Australia completa su flota de 12 aviones de vigilancia marítima P-8A

La última unidad de la flota de 12 aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon encargada por Australia ya está en la Base Edinburgo de la Real Fuerza Aérea del país, desde donde prestará servicio. Estos aparatos componen “la vanguardia de los aviones antisubmarinos y de vigilancia marítima”, con los que se “mejorará la seguridad marítima de Australia”, de acuerdo con la ministra de Defensa, Linda Reynolds.

La responsable del área de industria de defensa, la diputada Melissa Price, ha explicado que el gobierno australiano ha destinado 470 millones de dólares en mejoras para la citada base de Edimburgo, que es donde se emplazan estos aparatos.

El Boeing 737 como base

El avión de vigilancia y reconocimiento marítimo P-8 Poseidon fue desarrollado, sobre la plataforma de la aeronave comercial Boeing 737, para sustituir a la envejecida flota mundial de P-3 Orion, que continua operando para, entre otros, el Ejército del Aire español.

Los nuevos aparatos son montados en la misma planta donde Boeing construye todos sus 737, aunque tras el montaje inicial los P-8A pasan a unas instalaciones distintas en las que se les equipa con sus sistemas de misión, reciben las modificaciones pertinentes y son sometidos a sus últimos ensayos.

El P-8, que voló por primera vez en abril de 2009, está preparado para desarrollar misiones de inteligencia y de guerra tanto antisuperficie como antisubmarina. Para ello cuenta con espacio, anclajes y configuraciones que le permite portar misiles, minas y torpedos. La velocidad máxima que la aeronave puede alcanzar es de 907 kilómetros por hora.

La primera unidad llegó al país en 2016

Boeing lidera el equipo industrial que construye este modelo y del que también forman parte las compañías CFM International, Northrop Grumman, Raytheon, Spirit AeroSystems, BAE Systems y GE Aviation. El aparato fue concebido por Boeing Integrated Defense Systems para la Armada de Estados Unidos.

Cada unidad tiene una envergadura de casi 38 metros y es capaz de elevarse con un peso máximo de 85,8 toneladas. Su alcance supera los 2.200 kilómetros y es capaz de aproximarse a los 12.500 metros de altura.

La primera de las unidades que encargó Australia llegó al país el 16 de noviembre de 2016, por lo que el lote de doce aviones encargados se ha completado en prácticamente tres años.