Los proyectos de colaboración de Francia con Alemania para el desarrollo de aviones de combate quedarán sin validez si Berlín acaba adquiriendo aviones de combate estadounidenses F-35. Así lo ha advertido el consejero delegado (CEO) de Airbus Defence and Space, Dirk Hoke. El directivo del departamento de los sectores de espacio y defensa del consorcio franco-alemán, y en menor medida español, se ha mostrado así de duro contra la posibilidad de que Alemania encargue los cazas de quinta generación de Lockheed Martin un mes después de que trascendiese que el jefe de la Fuerza Aérea alemana (Luftwaffe) tendrá que dejar el puesto en buena parte por el apoyo que ha mostrado a la compra de F-35.
El teniente general Karl Müllner ya fue advertido a principios de año de que se arriesgaba a ser despedido de su puesto al frente de la aviación militar germana si volvía a citar al F-35 como posible sustituto de la actual flota de aviones Tornado de la Luftwaffe. Finalmente, como ha recogido Infodefensa.com, Müllner dejará el puesto a finales de mayo tras seguir apoyando esta opción.
La posibilidad de que Alemania opte por el candidato estadounidense para renovar su de cazas choca con los planes que implican al avión europeo Eurofighter Typhoon del Ministerio de Defensa, que encabeza Ursula von der Leyen.
Ahora ha sido el CEO de Airbus Defence and Space el que ha advertido sobre las consecuencias negativas que según ha explicado tendría la elección del F-35 como futuro caza alemán en una entrevista concedida al dominical germano Welt am Sonntag. “En cuanto Alemania se convirtiese en una nación F-35, morirá la cooperación en todos los asuntos de aviones de combate con Francia”. París y Berlín tienen previsto suscribir un acuerdo para impulsar su proyecto conjunto de avión de combate esta misma semana.
Encuentros sobre el avión estadounidense
El desarrollo del F-35 es una iniciativa liderada por EEUU a la que también se unieron Gran Bretaña, Italia, Holanda, Australia, Dinamarca, Noruega, Turquía y Canadá. El principal contratista es Lockheed Martin, la mayor compañía de defensa del mundo.
Un grupo de militares alemanes llegó a reunirse el verano pasado con oficiales de Estados Unidos en Bonn para conocer detalles del aparato fabricado por Lockheed Martin de cara a una posible adquisición. El encuentro, del que informó entonces una portavoz oficial, fue solicitado por la propia Fuerza Aérea germana como parte de un “análisis en profundidad de las soluciones disponible en el mercado”.
El interés por el F-35 mostrado por militares alemanes pilló por sorpresa a muchos ejecutivos del sector europeo de defensa, más atentos a la iniciativa encabezada por Airbus de desarrollar un caza europeo de próxima generación. El proyecto fue impulsado el pasado julio mediante un acuerdo suscrito por la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés ,Emmanuel Macron, para el desarrollo de un avión de combate de nueva generación.
Airbus anunció el mes anterior que ya había iniciado contactos con Alemania, además de España, con vistas al diseño de un futuro avión de combate de una generación posterior a la del Eurofighter.
Está previsto que Berlín anuncie a mediados de este año si adquirirá algún modelo ya existente o si emprenderá el desarrollo de un nuevo programa para sustituir su actual flota de aviones Tornado.