El máximo representante de la Asociación de Industria Aeroespacial y de Defensa Italiana (AIAD), Guido Crosetto, ha acusado a Estados Unidos y a la compañía Lockheed Martin de romper las promesas sobre el programa de trabajo para Italia del proyecto F-35. Crosetto afirma que la actuación estadounidense en el cronograma de este avión de combate de quinta generación está perjudicando a las compañías de su país y amenazando las sostenibilidad del centro de mantenimiento de aviones F-35 que se ha habilitado en Italia.
Los responsables del programa internacional (está liderado por Estados Unidos pero en él participan nueve países) apuntaron en su momento que Italia recibiría probablemente hasta el 65 por ciento de la carga de trabajo por una compra de aviones prevista actualmente en 90 unidades. “A día de hoy estamos a menos del 20 por ciento”, de acuerdo con las palabras de Crosetto recogidas por Defense News.
El líder de la patronal italiana de defensa ha advertido de que si su país se queda atrás en el reparto de la carga de trabajo habrá consecuencias políticas. Crosetto ocupó el puesto de subsecretario del Ministerio de Defensa entre 2008 y 2011 y ha apelado a ese periodo para explicar que “entonces yo aposté mi reputación en el Parlamento al hablar de los empleos y la tecnología que Italia obtendría al elegir el programa F-35”. En vista del contexto actual, ha añadido, “¿cómo se podrá defender esta posición en el parlamento ahora?”.
La fuente apunta que los gastos en torno a este caza han sido muy criticados en sede parlamentaria en los últimos años por representantes públicos que lo contraponen a las inversiones en colegios y en asistencia sanitaria, lo que ha llevado al Gobierno a recortar fondos. En este contexto, y ante la posible celebración de elecciones este mismo año, se prevé un retorno de las críticas.
El pasado noviembre Italia quedó relegada del reparto de una serie de elementos reparables del avión para el periodo 2021 y 2025, en el que salieron particularmente beneficiados, fuera de Estados Unidos, las industrias de Reino Unido, Países Bajos y Australia. “Las pequeñas empresas italianas fueron excluidas porque en la competencia se favoreció a las grandes compañías”, según Crosetto.
El futuro de la planta de Cameri
Italia cuenta con una planta de ensamblaje para sus F-35 en Cameri, al norte del país, donde además se ha abierto un centro de mantenimiento cuyo trabajo el líder de AIAD ve peligrar frente al creado en el norte de Gales, en Reino Unido. Y ello aunque las actividades específicas de ambas instalaciones son diferentes (las italianas se centran en fuselaje mientras las británicas se especializan en aviónica y componentes).
Sin embargo, Crosetto aduce que la idea original era que Cameri acogiese todo tipo de mantenimiento, por lo que se ve perjudicado por el centro creado en Reino unido, además del creado también en Israel. De acuerdo con el secretario general de AIAD, Carlo Festucci, Lockheed Martin les proporcionó la idea de que el de Cameri “sería el único centro de Europa”, y con ese planteamiento invirtió Italia en él.
Pese a que el programa de desarrollo del F-35 está formado por un consorcio de nueve países que planea adquirir 2.400 aparatos –liderado por EEUU y completado con Australia, Canadá, Dinamarca, Gran Bretaña, Italia, Noruega, Países Bajos y Turquía–, sus integrantes no están férreamente obligados a adquirir las aeronaves. De hecho, todos ellos han mostrado dudas sobre el cumplimiento de sus compromisos de compra de la aeronave en algún momento de la década y media que ha pasado desde que se inició el programa.
Imagen: Ejército del Aire Italiano