El presidente de los astilleros alemanes Lürssen, Friedrich Lürssen, ha arremetido contra la decisión de su Gobierno de abrir a ofertantes de toda Europa el programa de adquisición de al menos cuatro fragatas multipropósito MKS 180 por 3.900 millones de euros. Con esta medida, explica el empresario, el Ejecutivo pone en peligro no sólo a los astilleros locales, sino además a toda la red de proveedores que tienen detrás. Sus críticas se centran en que aún no existen unas mismas condiciones competitivas para la construcción naval en el continente, donde en particular España, Francia, Italia y Países Bajos operan industrias públicas o muy apoyadas por sus estados. También señala el caso del Reino Unido, donde BAE Systems también recibe importantes fondos del ejecutivo británico para sus proyectos marinos. Además en esos países sus gobiernos no están realizando pedidos de grandes buques de guerra más allá de sus propias industrias nacionales, lo que contrasta con la estrategia alemana.
Friedrich Lürssen lo explica en una entrevista concedida la semana pasada al diario conservador alemán Die Welt en la que responde al ser preguntado por este programa que, de perderlo Alemania, donde optan a él su compañía junto a la división naval de ThyssenKrupp, se perdería una importante capacidad industrial y numerosos puestos de trabajo. El responsable de los astilleros familiares especializados en la construcción de yates apunta que cada puesto de trabajo directo en un astillero militar alimenta otros cinco en el sector auxiliar, mucho más que en la construcción naval convencional.
“No puedo entender la decisión de abrir una licitación de alcance europeo para los MKS 180”, resume Lürssen, que espera que el poderoso sindicato IG Metall plantee también la cuestión en la Conferencia Marítima Nacional que tendrá lugar los días 19 y 20 de octubre en Bremerhaven, al noroeste del país.
Unos buques de 7.000 toneladas
El Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas alemanas (Bundeswehr), el general Volkker Wieker, aprobó hace cuatro meses el proceso de compra de las cuatro fragatas multipropósito MKS 180 por 3.900 millones de euros, tal y como informó en aquel momento Infodefensa.com. En él se contempla la emisión por parte de la autoridad de adquisiciones militares del país, la BAAINBw (Oficina Federal de Equipamiento, Tecnologías de la Información y Apoyo en Servicio de la Bundeswehr) de una solicitud de información a escala europea para preseleccionar posteriormente tres diseños sobre los que se pedirán las correspondientes solicitudes específicas de propuestas.
El objetivo es que las nuevas unidades entren en servicio a partir de 2023. El programa podría ampliarse hasta la adquisición de un total de seis fragatas, como se había previsto. Sin embargo, la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, ha explicado que esta posibilidad no se concretará antes de 2030.
Los nuevos buques, de unas 7.000 toneladas de desplazamiento, estarán dotados de capacidades antisubmarinas (ASW), antiaéreas (AAW), antisuperficie (ASUW) y de medidas contra minas (MCM), además de servir en operaciones contra amenazas asimétricas y probablemente de ataque a tierra y de protección de formaciones marítimas. Además dispondrán de cámaras de descompresión para atender a los buceadores de combate y de un área de detención
Según fuentes del Ministerio de Defensa citadas por Reuters cuando se aprobó la compra, Lürssen se encuentra especialmente bien situada para poder hacerse con el contrato.
Imágenes: Armada de Alemania y Lürssen