Australia revela un plan de 65.000 millones para su industria naval

El Gobierno de Australia anunció este martes un plan de inversión en su industria naval de más de 89.000 millones de dólares del país (65.250 millones de dólares estadounidenses al cambio actual) a lo largo de veinte años. El proyecto conlleva el adelanto de dos grandes programas de construcción de buques militares: el de las futuras fragatas SEA 5000 y el de los patrulleros marítimos SEA 1180.

El objetivo es minimizar los efectos de la interrupción en la actividad de este sector del país por la falta de pedidos. El Gobierno reveló hace meses que preveía dar a conocer antes de final de año un nuevo plan a largo plazo sobre su industria de construcción naval, como informó entonces Infodefensa.com. Previamente, en junio de 2014, Australia puso sobre aviso al sector ante las demoras y sobrecostes que acuciaban a su programa de destructores AWD (Air Warfare Destroyer), basados en las fragatas F-100 de la Armada española. En aquel momento, el ministro de Finanzas, Mathias Cormann, advirtió de que la industria naval australiana tendría problemas a menos que el programa consiguiese enderezarse. Por entonces la industria ya presionaba al Gobierno del país para que encargase nuevos proyectos de cara a los próximos años, en los que la previsión era la de una etapa de escasez de contratos. Es lo que la industria local apodó como periodo “Valle de la Muerte”.

Ahora se prevé lanzar en octubre un programa de evaluación competitiva (CEP, por sus siglas en inglés) para el futuro programa de ocho fragatas por entre 10.000 millones y 11.000 millones de dólares australianos (entre 7.300 millones y 8.000 millones de dólares estadounidenses) con las que se sustituirán las actuales de la clase Anzac. Su construcción se espera ahora a partir de 2020, tres años antes de lo previsto inicialmente según el programa de capacidades de defensa (DCP) de 2012.

En la información recogida por Jane´s sobre este asunto se prevé que en el programa competirán la fragata francoitaliana Fremm, que en Europa construyen DCNS y Fincantieri, y la británica Tipo 26, de BAE Systems.

En cuanto al programa SEA 1180, cuyo objetivo es sustituir a las patrulleras Armidale, el nuevo plan adelanta dos años su construcción, que ahora se espera iniciar en 2018. Su coste se estima en el entorno de los 8.000 millones de dólares australianos (5.865 millones de dólares de EEUU).

Según el primer ministro del país, Tony Abbot, con estos programas se mantendrá alrededor de un millar de puestos de trabajo a corto plazo, y 2.500 una vez que las construcciones estén en curso. Su Gobierno también se ha comprometido a mantener el centro de la construcción naval australiana en el sur del país.

Por otra parte, Abbot ha rechazado revelar nuevos detalles sobre el proceso de concurso para la adquisición de una nueva flota de submarinos valorada en 50.000 millones de dólares australianos (36.660 millones de dólares estadounidenses) por parte de alguna empresa extranjera en sociedad con la industria naval local, informa la revista digital con sede en Tokyo The Diplomat.

Foto: Marina Real Autraliana