Comienza a haber consecuencias por lo ocurrido con el ARA San Juan, después de que este jueves las esperanzas de encontrar a los 44 tripulantes que viajaban en el submarino desaparecido el pasado 15 de noviembre se desvaneciesen prácticamente del todo. Hoy se pudo saber que el Gobierno de Mauricio Macri ha iniciado una investigación en el seno de la Armada y se baraja la posibilidad de destituir a la cúpula.
Según revelaron fuentes del Ejecutivo argentino, con este procedimiento se buscará establecer las responsabilidades y los errores que se cometieron en estos días de búsqueda incesante del submarino, que la última vez que estableció contacto se encontraba a 432 kilómetros de la costa patagónica del país austral.
Las filtraciones apuntan a que se iniciarán 40 expedientes y que el primer afectado será el titular de la Armada, Marcelo Srur. La decisión parece haber sido tomada por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien, sin embargo, hasta el momento, no ha realizado ningún tipo de declaración pública sobre lo ocurrido.
Tras dar el primer parte oficial de este viernes sobre el operativo de búsqueda, el portavoz de la fuerza naval, Enrique Balbi, fue consultado por la prensa sobre esta investigación. El capitán de navío aseguró no tener información sobre ello y dijo no saber si se produjeron "fricciones" entre la Armada y la cartera. Además, insistió en que "desde el primer momento", ha habido un funcionario del Gobierno presente tanto en la sede de la Armada en Buenos Aires como en la base naval Puerto Belgrano, en la provincia, la principal de la fuerza y desde donde se coordina el operativo, por lo que defendió que siempre ha habido un trabajo "mancomunado" entre ambos.
Una explosión, la posible causa
La esperanza que habían mantenido los familiares de los 44 tripulantes que iban a bordo del ARA San Juan desde que desapareció se desvanecieron este jueves súbitamente cuando la Armada informó de que, tras contrastarlo con dos fuentes diferentes, el día que el submarino estableció su último contacto se registró una explosión en esa zona del océano Atlántico.
Según contó Balbi, concretamente, se registró un "evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión". El dato se lo comunicó el embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, quien pertenece a la Organización del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (Ctbto, por sus siglas en inglés). Esta información llegó a la Armada el jueves por la mañana y coincidió con otra de un grupo de expertos de Estados Unidos que le habían comunicado el miércoles a última hora. En concreto, el país norteamericano había detectado una "anomalía hidrocáustica", es decir, un "ruido", en la misma zona y la misma fecha.
Balbi ya había revelado hace unos días que antes de desaparecer, el submarino había sufrido una avería eléctrica en sus baterías pero los tripulantes lograron arreglarla, por lo que, inicialmente, la fuerza naval no vincula este incidente a la explosión.
Este viernes, volvió a decir que "no se descarta nada" y pidió "prudencia" y evitar conjeturas. Además, hizo hincapié en que el operativo de búsqueda continuará hasta que se logre "la detección y localización fehaciente del submarino". "El área de por sí es grande, es un medio hostil, aunque por suerte la meteorología acompaña", agregó.
Hoy reveló además que se sumaron al operativo un buque de la Armada de Brasil y un avión de exploración de la Marina de Rusia.