El Gobierno argentino ha aumentado un 14,5% el sueldo de las jerarquías más altas de las Fuerzas Armadas, por lo que un teniente general, un almirante y un brigadier general pasarán a cobrar 38.811 pesos (casi 2.500 dólares) al mes.
A través de una resolución publicada esta semana en el Boletín Oficial con la firma del ministro de Defensa del país austral, Julio Martínez, se estableció que era "necesario" fijar una escala de ingresos para el personal militar que reconozca "una adecuada jerarquización en relación con la capacidad, responsabilidad y dedicación que demanda la correcta ejecución de su actividad".
Tras dicha medida, que entrará en vigor el 1 de abril, un capitán de navío, un coronel y un comodoro pasarán a cobrar 27.497 pesos (unos 1.700 dólares, al cambio actual), un 14,2% más que antes; y un teniente coronel, un capitán de fragata y un vicecomodoro, 23.923 (1.500 dólares), un 12,7% más.
La resolución beneficia a todos los empleos, aunque los aumentos son menores en los más bajos, como es el caso de los marineros y los cabos, cuyos salarios aumentarán entre un 9% y un 10% y oscilarán entre los 8.700 pesos (550 dólares) y los 12.000 (760 dólares), dependiendo de la categoría.
Con el objetivo de comenzar a "sincerar" el presupuesto de las Fuerzas Armadas, el texto también incluye una reducción en los complementos que recibe el personal militar por Responsabilidad Jerárquica y Administración de material.
El último aumento de sueldo que recibieron los miembros del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea tuvo lugar a mediados del pasado año y fue del 31%, parecido al que se les otorgó al resto de los trabajadores del Estado para compensar la inflación, que se ubicó alredor del 40% en 2016.
Esta "recomposición salarial" fue anunciada a principios de febrero por Martínez, quien en un mensaje publicado en su cuenta en la red social Facebook criticó que antes de la llegada a la presidencia de Mauricio Macri, en diciembre de 2015, "hubo 12 años de postergación, de persecución y destrato; y una política salarial equivocada" por parte de los Gobiernos kirchneristas.
"No es un tema que se resuelva en poco tiempo, pero en menos de diez meses hemos dado dos pasos firmes y concretos invirtiendo más de 7.000 millones de pesos (445 millones de dólares), sin contar el aumento salarial del 31%, ni el próximo a percibirse a mediados de año", celebró el titular de la cartera de Defensa.
En esta línea, en un acto realizado en la Casa Rosada, sede del Gobierno, hace unos días, valoró que el Estado se empezó a "hacer cargo" de las históricas cuentas pendientes que mantienen con las Fuerzas Armadas, como son su salario, su jerarquización y el "blanqueo" de sus cuentas.