SItdef 2015 ha cerrado sus puertas con un gran éxito de participación, pero si alguien ha despertado interés ha sido Navantia. No había militar vestido de blanco en la feria que no se acercara al stand de la empresa española. Algunos lo hacían para sorprenderse con sus 300 años de existencia con frases como "increíble, más que nuestro país". Y todos, sin excepción, para conocer, por una parte, la maqueta a escala de la fragata misilera F-538 Almirante Grau que Navantia ofrece al Perú y, por otra, una demo virtual sobre los sistemas de gestión diseñados específicamente para la Marina de Guerra del Perú (MGP) por la compañía española. Con esta fragata, Navantia pretende acceder a las adjudicaciones derivadas del plan de renovación de la flota peruana.
Durante la feria la visita de personal de la MGP, oficiales y subalternos, al stand de Navantia ha sido un tema recurrente. Tanto es así, que la imagen de Sitdef este año ha sido sin duda la de un grupo de oficiales, metidos unos por otros, para ver los monitores y recibir las detalladas exposiciones de los representantes de la empresa estatal española sobre las capacidades de los sistemas de control del moderno navío de guerra.
Navantia ha sido enfática al resaltar el carácter de buque de guerra de esta última generación de la F-538, diferenciando sus características de las de un buque de patrulla oceánica, como la distribución del armamento, canales de tiro, sensores, hangar, la forma del casco, del bulbo de proa, las razones detrás de la selección de la planta propulsora, la flexibilidad de la empresa para agregar capacidades, sensores y armamento según requiera el cliente, más o menor velocidad, tal o cual sensor, la selección del cañón principal OTO Melara de 76 mm. de capacidades secundarias de defensa anti-aérea y el imbatible acoplamiento de los cañones Millenium Gun con el lanza-misiles RAM.
La empresa también ha confirmado en Sitdef 2015 que la F-538, tentativamente denominada Almirante Grau, incorpora no solamente un avanzado sonar de casco, sino también un sonar remolcado con punto de despliegue en popa por debajo de la cubierta de vuelo, lo que reafirma el rol de los sonares embarcados en navíos como la principal arma anti-submarina, de cuyas capacidades se inicia el enganche de objetivos potencialmente hostiles, ya sea por despliegue de helicópteros hacia la zona de detección o por disparo directo de torpedos, ante una amenaza clara y cercana, desde uno de los dos lanzadores triples a bordo.
La F-538 solo necesita un tripulante
La fragata F-538 tiene una eslora de 113,2 metros, prácticamente idéntica al de las fragatas Lupo, una manga de 15,6 metros y un calado de 4,7 metros. El desplazamiento aproximado a plena carga es de 3.800 toneladas métricas, la velocidad máxima de 30 nudos, la velocidad de crucero de 18 nudos, el alcance de 4.000 millas náuticas y la autonomía de 21 días. El buque cuenta con una propulsión CODAD con cuatro motores diésel de 10.000 kilovatios cada uno, cuatro generadores diésel para potencia eléctrica de 768 kilovatios cada uno, dos cuartos de máquinas separados por al menos dos compuertas herméticas y acomodaciones para 143+7 personas. La plataforma emite bajos niveles de ruido, tiene una sección cruzada al radar reducida, baja señal infrarroja, magnética y eléctrica, sistema de apoyo al aterrizaje y aseguramiento del helicóptero en la cubierta de vuelo, sistemas de comunicaciones integradas VHF-HF, VHF-UHF, SHF-SATCOM, GMDSS, 15 consolas multifunciones, dos monitores de pantalla grande, LAN táctico redundante, enlace de datos táctico, sistema de distribución de data de navegación, ecosonda, dos ring laser gyro, sistema meteorológico y sistema de puente de mando integrado (AIS; consola ARPA, auto-piloto, WECDIS). La automatización es tal que, de ser necesario, la fragata puede ser conducida con una sola persona a bordo, un radar 3D de vigilancia aérea y búsqueda de superficie, un radar 2D de vigilancia, dos radares de navegación (banda S y banda X), interrogador y transpondedor IFF, sistema optrónico y otro de guerra electrónica entre otros.
Así mismo, entre las principales ventajas que ofrecen los sistemas de gestión que Navantia integra en sus navíos destacan la arquitectura abierta, alta automatización, comunalidad, modularidad y escalabilidad de sus sistemas de combate, comando y control, control de plataforma, direcciones de tiro y comunicaciones.
El buque escuela Unión
Además, el astillero integra en el Buque Escuela a Vela de la MGP, el BAP Unión, un avanzado Sistema Integrado de Control de Plataforma, similar al utilizado en los modernos navíos de la Armada española e incluido en la propuesta fragata lanza misiles F-538 que, adaptado a los requerimientos de la MGP permite monitorear a través de varias pantallas (cuatro consolas más laptops portátiles que requieren conexión física al sistema con login al usuario) el status del sistema de propulsión, sistemas auxiliares, niveles de sentinas y lastres (aceites, combustibles, agua salada y agua dulce), permite abrir y cerrar válvulas, detectar averías, detectar incendios, inundaciones e iniciar contramedidas, calcular rutas de aproximación y escape, cálculo de estabilidad y esfuerzos para buque intacto y buque dañado, simbología adaptable, seguimiento de incidencias, preparado para agregar un módulo 3D que genera un modelo virtual del navío, sus ambientes y todos sus sistemas para optimizar y simplificar la labor del sistema de control.
Personal de la MGP se ha capacitado durante tres meses en el uso del sistema en España, diseñado desde el inicio para el mantenimiento local y que Navantia también ha ofrecido para modernizar las corbetas PR-72, fragatas Lupo/Carvajal, BAP Tacna y los Buques Multipropósito de la MGP para potenciar la estandarización de la flota.
El sistema integrado de control tiene también una opción para monitorear el desplazamiento de la tripulación por el navío. Navantia ofrece configuraciones máximas relativas al presupuesto actual del cliente con opciones de crecimiento a futuro.
Fotos: Peter Watson