(Infodefensa.com) A. López, San Salvador Como parte de las celebraciones del Día de la Marina, México fortaleció su poder naval con el despliegue, el pasado 1º de junio en el Puerto de Veracruz, de siete embarcaciones fabricadas en los propios astilleros de la Secretaría de Marina (Semar).
Los patrulleros costeros ARM Tenochtitlán y ARM Teotihuacán (ambos de la clase Tenochtitlán), con un costo de construcción de nueve millones de dólares cada uno, fueron abanderados por el presidente Felipe Calderón, junto con cinco patrulleras interceptoras tipo Polaris (ARM Albireo, ARM Alnitak, ARM Mintaka, ARM Alfirk y ARM Alderamin), que alcanzaron una inversión de dos millones de dólares cada una, en el marco de la conmemoración del XCV Aniversario de la Nacionalización de la Marina Mexicana y el LXX Aniversario del Día de la Marina.
Según se informó, las nuevas unidades serán utilizadas por la Marina para combatir al crimen organizado en altamar y proporcionar apoyos de salvaguarda.
El presidente Calderón en su discurso detalló: En esencia, en estos años que, con el Almirante (Mariano) Saynez, hemos compartido esta responsabilidad al servicio del país (2006-2012), se le ha entregado a la Armada de México dos buques oceánicos, un buque logístico y otro más que está en construcción, dos patrullas costeras, ocho patrullas interceptoras, 36 embarcaciones Defender, de búsqueda y rescate, y seis de las llamadas MLB. Un total, agregó, de 55 embarcaciones que han sido incorporadas en su sexenio a la flota de la Semar, lo que representa, según Calderón, el mayor incremento en décadas en la flota de la Armada de México.
Los patrulleros clase Tenochtitlán están basados en el concepto de buque alargado, su eslora (largo) es de 42,80 metros, la manga (ancho) de 7,11 metros, alcanza velocidades de hasta 25 nudos (unos 50 kilómetros por hora), con una autonomía de 14 días, su tripulación es de 18 elementos, cuentan con una lancha de salvamento tipo RIB (inflable de casco rígido), su armamento lo conforman dos ametralladoras calibre 50 CDP, con mayor poder de fuego.
Fueron construidas en el Astillero de Marina número uno, en el puerto de Tampico, Tamaulipas, y son unidades versátiles con tecnología que permite desempeñar las funciones de patrullaje de manera eficiente y segura. Están equipados además con una planta generadora de agua potable.
Mientras que las Polaris fueron construidas en el Astillero de Marina número tres, en Coatzacoalcos, Veracruz, y poseen como principal característica que son alargadas, su eslora es de 17,25 metros, con una manga de 3,8 metros y alcanzan velocidades de hasta 50 nudos, con un alcance de hasta 350 millas náuticas. Su tripulación es de cuatro elementos y su artillería es de una torreta navalizada de 12,7 milímetros, con capacidad de transportar a 18 elementos de Infantería de Marina. Además, poseen radares de largo alcance, para detectar barcos ilegales que naveguen por las costas mexicanas.
Aún con estos logros, la meta de producción de embarcaciones en los astilleros de la Marina quedó inconclusa, pues para este sexenio (2006-2012) la dependencia naval proyectó la construcción de 24 embarcaciones operativas y solo concretó 14.
La misma tarde del 1º de junio el presidente Calderón también fue testigo, en la Base Aeronaval de Veracruz (Basanver) y en el Centro de Capacitación y Entrenamiento para Tripulaciones de Vuelo (Cencapetripv), de una demostración más: del Sistema de Entrenamiento de Misión para Aviones CASA C-212 (Sidem) y del Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT).
Foto: Semar.