El nuevo Ministerio de Defensa quiere ser uno de los motores económicos y sociales de España y, con ese fin, el nuevo secretario de Estado de Defensa (Sedef), Ángel Olivares, anunció su intención de "impulsar el desarrollo y modernización de nuestra industria". El Sedef destacó que ese apoyo a las empresas del sector debe servir no solo para estar "a la vanguardia" tecnológica sino, sobre todo, "para mejorar la calidad de vida de todas las personas que trabajan o dependen del Ministerio de Defensa".
Olivares tomó posesión de su cargo en el Ministerio de Defensa ayer a las 11 de la mañana en presencia de la ministra Margarita Robles y la plana mayor de las Fuerzas Armadas españolas. Ambos, secretario y ministra, dejaron claros desde el primer momento los dos ejes sobre los que pivotará el continuismo que el PSOE ha anunciado al frente del Ministerio de Defensa: transparencia y política de Estado. Y lo hicieron con dos frases. Una que señala el camino y que dio el Sedef ante los micrófonos: “Convencer a la sociedad española de la necesidad de que existan unos recursos suficientes para garantizar su seguridad y su libertad”. Y otra que señala el método y que ofreció la ministra en corrillo íntimo con la prensa a la pregunta de ¿ya ha podido ver los Programas Especiales de Defensa?: “Estamos estudiándolos desde el viernes por la tarde”.
En la sala estaban presentes exministros como José Bono y diputados como Zaida Cantera. Robles introdujo a Olivares con un discurso en el que destacó la etapa que ambos vivieron juntos en el Ministerio del Interior, ella en la Secretaría y él en la Dirección General de la Policía, y el trabajo realizado en esos años. Era una de las épocas más crudas del terrorismo de ETA. "¡A cuántos funerales fuimos!", resumió la ministra. En su turno, Olivares agradeció sus palabras a Robles, alabó la labor de su predecesor, Agustín Conde, y a continuación hizo un repaso de sus objetivos generales al frente de la Secretaría de Estado.
El Sedef empezó su intervención reconociendo nerviosismo y calor, pero pronto dejó ver las tablas adquiridas en su amplia carrera política. A sus 63 años, Olivares ha sido concejal del Ayuntamiento de Burgos primero y alcalde despues, entre 1999 y 2003. De 1994 a 1996 dirigió la Policía y también fue gobernador civil de Ávila y delegado del Gobierno en Extremadura. Con ese bagaje, el Sedef tiró de veteranía política y habló de medioambiente y de problemas sociales. El objetivo era dejar claro el compromiso del Ministerio con el bienestar social en todos sus ámbitos e incorporar la seguridad a esa lista. Y una vez hecho habló de financiación. Lo hizo para anunciar una apuesta por una gestión transparente y eficiente y lo hizo sabedor de que no está en el sector más popular.
“España tiene muchas necesidades”, reconoció Olivares, “hay muchos ciudadanos en situación precaria, hay pobreza infantil, por ello no debemos olvidar que la búsqueda de la excelencia en la gestión de los recursos es un imperativo ético de cualquier responsable político”. Y para llegar a esa excelencia el Sedef dio una clave: saber priorizar. “Es evidente que las necesidades y demandas serán siempre superiores a las posibilidades por ello la palabra clave es priorizar”, explicó Olivares.
Al final, Robles aprovechó para resumir el objetivo de todo su equipo en una sola palabra: "Estado". La ministra lo repitió hasta hacerlo mantra y luego lo hizo suyo. "No hay mayor política de Estado que la política de Defensa", recalcó. Y aquí respondió a la segunda y última pregunta de la prensa. Una curiosidad con segundas en plena cuestión catalana sobre si su compromiso es con la Defensa exterior o interior. "Todas", sentenció Robles.