La Comisión Europea dio luz verde el pasado mes de abril a la compra de la empresa española ITP por parte de la británica Rolls Royce. Tras la resolución favorable de las instituciones comunitarias, el foco permanece desde hace seis meses en el Ministerio de Defensa cuya decisión es preceptiva, debido a que la firma vasca forma parte de un sector considerado estratégico para España.
En los últimos días diversas informaciones señalan que la lenta tramitación de este expediente por parte del departamento dirigido por María Dolores de Cospedal está precisamente relacionada con el papel de la compañía dentro de la industria aeroespacial nacional. La empresa desde su creación en 1989 realiza los trabajos de mantenimiento de los motores de las aeronaves militares de España y que esta actividad quede ahora en manos de una entidad extranjera preocupa al Gobierno de Mariano Rajoy, según recoge el diario vasco El Correo.
La posible salida de Reino Unido de la Unión Europea no facilita la decisión final. Si este escenario se materializa, ITP estaría controlada por una empresa no vinculada a la legislación comunitaria. Pese a estas reticencias, todo apunta a que Defensa dará el visto bueno antes de final de año -previo paso por el Consejo de Ministros-, aunque se espera que el ministerio acuerde con Rolls Royce ciertos compromisos para garantizar la relación actual con ITP.
Desde Rolls Royce afirman a Infodefensa.com que "ITP es una compañía relevante de la industria aeronáutica española, así como un importante generador de empleo". Sobre los tiempos de Defensa, añaden que "entendemos que las autoridades están analizando la adquisición y somos optimistas acerca de recibir la aprobación a su debido tiempo".
Acuerdo en julio de 2016
La firma española Sener cerró a julio de 2016 un acuerdo con Rolls Royce para la venta de su participación del 53,125% en Industria de Turbo Propulsores (ITP) por 720 millones de euros. La compañía británica, propietaria hasta ese momento del 46,875% de ITP, se hacía con el control total de la empresa vasca fabricante de turbinas para motores de aviación, en programas como el Eurofighter o el A400M, y se ponía en marcha un proceso para la autorización final de la operación.
El primer escollo se superó en abril de este año. La Comisión Europea aprobó entonces la compra después de recibir el compromiso de Rolls Royce de que no existirá en el futuro conflicto de intereses en el consorcio de motores EPI, en el que ambas compañías están presentes.
Rolls Royce, junto con ITP, MTU de Alemania y Safran de Francia, es miembro del consorcio de motores militares EPI (Europrop International), encargado del diseño y fabricación del motor del avión de transporte militar A400M de Airbus. Este modelo compite con el avión C-130J de Lockheed Martin, que cuenta también con un motor fabricado por Rolls Royce.
ITP cerró el año 2016 con una facturación de 780 millones de euros, un crecimiento del 9,9% respecto a 2015. Las ventas en Defensa se situaron en los 184 millones de euros, lo que representa un 23% de la facturación global de la compañía.