La compañía Airbus ultima los preparativos para el inicio de las pruebas en tierra del segundo avión de transporte militar A400M del Ejército del Aire. Esta aeronave incorpora como principal novedad los pods de reabastecimiento en vuelo, una capacidad de la que no dispone el primer avión A400M que opera desde el pasado mes de diciembre en el Ala 31 de Zaragoza.
Las pruebas sobre la pista son el paso previo al primer vuelo y, en ellas, los técnicos de la compañía encenderán por primera vez los motores, realizarán las prueba de rodaje, conocidas como taxying, y efectuarán la maniobra previa al despegue en la que la aeronave recorre la pista con los motores en marcha, sin alzar el vuelo, una operación denominada Rejected Takeoff (RTO). Estos ensayos permiten comprobar el correcto funcionamiento de sistemas como los de frenado y las ruedas.
Una vez completados los test en tierra darán comienzo los primeros vuelos desde el aeropuerto de San Pablo en Sevilla, anexo a las instalaciones de Airbus en la capital andaluza. Todavía no hay fecha para el comienzo de los vuelos, todo depende de la evolución de las pruebas terrestres, en todo caso, el calendario establece que el Ejército del Aire recibirá su segunda aeronave a finales de año. Por el momento, tanto Airbus como la propia Fuerza Aérea mantienen este plazo.
La aeronave salió en mayo de la Final Assembly Line (FAL) y, durante el verano, Airbus ha trabajado en la instalación de la planta matriz y de los pods de reabastecimiento, como paso previo a la pintura de la aeronave de acuerdo con los colores y distintivos utilizados en la fuerza aérea española.
La llegada del primer A400M con los pods para repostaje en vuelo permitirá modernizar una capacidad estratégica del Ejército del Aire mermada en los últimos años con la retirada de los Boeing 707 de reabastecimiento y que, hoy en día, se sustenta en una flota de cinco Hércules C-130 con muchos años de servicio a sus espaldas.