El director general de Armamento y Material, Juan Manuel García Montaño, ha indicado este viernes 11 de diciembre que se han abierto ya las oficinas de programas de la Proyección Estratégica de la Fuerza (aviones de reabastecimiento MRTT) y la modernización de los helicópteros Chinook.
En una jornada sobre el control financiero de los programas de Defensa, organizada por el Grupo Atenea en el Centro de Estudios Superiores de la Defensa Nacional (Ceseden), el teniente general ha recordado la importancia de los Programas Especiales de Armamento (PEA), no sólo porque han aportado a las Fuerzas Armadas las capacidades adecuadas para cumplir con sus misiones, sino también porque han permitido el desarrollo de una base industrial tecnológica nacional.
Ha añadido que, sin embargo, estos programas han tenido unas desviaciones económicas importantes que, junto con la situación presupuestaria derivada de la crisis, obligaron a una reconducción que en algunos casos significó recortes y en otros aplazamientos.
“No obstante, esto no era suficiente”, ha apuntado García Montaño, quien ha explicado que también era necesario reorganizar la gestión de los programas para garantizar su viabilidad y sostenibilidad, por lo que se optó por una gestión centralizada de los PEA en la Dirección General de Armamento y Material.
El teniente general ha apuntado que estas acciones han permitido iniciar un nuevo ciclo inversor con la puesta en marcha de los programas de la fragata F-110 y el vehículo 8x8. En el caso de este último, ha indicado que el disponer de un prototipo “nos va a permitir probar el vehículo y ver exactamente qué necesitamos”.
En este nuevo ciclo también ha incluido la adquisición del avión no tripulado estratégico-operacional –el Reaper– y la apertura de las oficinas del MRTT y de modernización del Chinook.
El teniente general también se ha referido a la “necesidad de una financiación estable”, que permita ajustar las necesidades al presupuesta con que se cuenta.
En la misma línea ha hablado el subdirector general de Gestión de Programas de Armamento de la DGAM, Pedro Fuster, quien ha incidido en la gran complejidad de estos programas y en la dificultad de su gestión y control. Igualmente, se ha referido a la incertidumbre que se tiene a la hora de poner en marcha un gran programa, lo que motiva en gran medida la existencia de desviaciones, aunque ha afirmado que no conoce “ningún programa en el mundo que no haya tenido desviaciones”, tanto en costes como en tiempo. En este marco, ha incidido en la necesidad de una gestión integral, para lo que hay que contar con unos recursos mínimos de personal formado y especializado.
Foto: Airbus Defence and Space