El Ministerio de Defensa español ha adjudicado la definición y el programa tecnológico relacionada con el futuro vehículo blindado 8x8 del Ejército de Tierra a las empresas Santa Bárbara Sistemas, Indra y Sapa, que se han constituido en una Unión Temporal de Empresas (UTE) para este proyecto, según confirmaron fuentes oficiales.
El contrato fue firmado el viernes, día 4, con la Dirección General de Armamento y Material con un valor de 89,2 millones de euros y contempla la entrega de cinco vehículos Piraña 5 en un periodo de tres años (2016-2018), adelantó el diario ABC y confirmaron fuentes del ministerio de Defensa a Infodefensa.com.
Durante ese periodo, las empresas desarrollaron sistemas y subsistemas que serán integrados en los Piraña 5 que deben equipar al Ejército de Tierra español y que, al ser completamente español, podrá ser exportado por estas industrias. Con ello, el Piraña 5 obtiene su primer clilente. España ya cuenta con otros vehículos de la familia Piraña pero son del modelo 3 -más pequeño en peso y prestaciones-, actualmente en servicio en la Infantería de Marina en su versión anfibia.
Una vez concluida esta fase de validación, desarrollo y reducción de riesgos, España tendrá que enfrentar la fase de adquisición pero eso dependerá el próximo gobierno que salga de las elecciones generales de este mes de diciembre. Según las estimaciones el propio Ejército de Tierra español, serán necesarios al menos 400 vehículos con un coste de entre 1.100 y 1.300 millones de euros.
Paquetes tecnológicos
La multinacional Indra, con sede en Madrid, aportará su conocimiento en electrónica y comunicaciones en el área de Defensa, mientras que la guipuzcoana Sapa será la encargada de desarrollar su sistema motopropulsor y transmisión.
Todos estos sistemas se integraran en el Piraña 5 de Santa Bárbara Sistemas que se convertirá en autoridad de diseño del vehículo desarrollado por la suiza Mowag, también como SBS parte del grupo europeo de sistemas terrestres de General Dynamics. En total se contempla la entrega de 5 vehículos.
Los paquetes tecnológicos contratados por el ministerio de Defensa español se refieren, primero, al incremento de seguridad, con un proyecto de detección de disparos por infrarrojos o sonido que activaría un blindaje activo ante lanzagranadas, por ejemplo, y segundo, conciencia situacional, con la instalación de cámaras de visión que permitan a la tripulación del vehículo ser conscientes del entorno que les rodea.
En tercer lugar, se desarrolla sistemas de observador avanzado, con una pértiga que recoge información visual a larga distancia; más, otros desarrollos relacionados con mando, control y comunicaciones y, por último y quinto, nuevas tecnologías de motopropulsión y eficiencia energética.