(Infodefensa.com) G.S, Madrid – El gobierno australiano ha puesto sobre aviso a sus constructores navales ante las demoras y los sobrecostes que afectan a su programa de destructores de guerra antiaérea (AWD, por sus siglas en inglés), basados en las fragatas españolas F100 y valorado en 8.500 millones de dólares (en torno a 6.200 millones de euros). El ministro de Defensa, David Johnston, ha advertido a los contratistas de este proyecto que no tendrán “una segunda oportunidad”. De momento el programa de tres buques ya sufre una demora de dos años –en origen estaba prevista su entrega para junio de 2017 y ahora se espera que no estén completos hasta marzo de 2019– y un aumento en los costes de 300 millones de dólares (unos 220 millones de euros).
Las severas advertencias del ministro llegan en un momento en el que la industria de defensa está presionando al Gobierno australiano para que encargue nuevos proyectos para los próximos años, en los que está previsto que las existencias de contratos escaseen.
“Todo el que esté involucrado en este proyecto está advertido”, ha explicado el ministro de Finanzas, Mathias Cormann, que ha añadido que habrá problemas para la industria naval de Australia a menos que el programa consiga enderezarse. Su compañero de gabinete David Johnston, ha apuntado que esto no dice muy buenas cosas acerca de la capacidad futura del país si no se logra hacer bien. Futuros proyectos, ha apuntado, “estarán en peligro porque el gobierno no va a tolerar estas circunstancias”.
Los destructores están siendo construidos por la compañía estatal ASC y el contratista de defensa Raytheon Australia. La primera tiene como subcontratistas a las británicas BAE Systems y Forgacs y a la española Navantia. Desde los astilleros españoles, señalan que, en lo que respecta a su colaboración, "el plazo, grado, ejecución y terminación de los trabajos han sido valorados muy positivamente por parte del cliente".
El pasado noviembre se conoció un incremento de los costes de 300 millones de dólares y el pasado marzo la oficina auditora nacional de Australia publicó un informe crítico sobre el proyecto en el que detallaba cómo “los continuos problemas de diseño, construcción y productividad presentan un importante riesgo de nuevos excesos tanto en los costes del proyecto como en el calendario de entrega, y requerirán un enfoque de gestión continuada”, cita el diario británico The Guardian.
Ante estas circunstancias, el ejecutivo australiano encargó una revisión de emergencia al antiguo secretario de la Marina de Estados Unidos, el profesor Don Winter, de la que los ministros dieron a conocer un resumen el viernes. El trabajo completo podría no ser revelado en tanto que se negocia distintos puntos “comerciales” con los contratistas.
Navantia, entre las contratadas
El Ministerio de Defensa de Australia firmó en octubre de 2007 con el astillero español Navantia un contrato de 285 millones de euros para la adquisición del diseño, la transferencia de tecnología, labores de asistencia técnica y otros equipos y servicios para tres destructores AWD basados en las fragatas españolas F100. Estos buques recibirán los nombres de Hobart, Brisbane y Sydney.
Posteriormente, en 2011 y 2012, Australia contrató a Navantia la construcción adicional de cinco bloques del segundo buque, que inicialmente estaba previsto que se fabricasen en los astilleros de BAE Systems en Melbourne. Se trata de la parte del buque que se corresponde con la zona de máquinas. Navantia también se adjudicó con anterioridad la construcción del bloque que se corresponde con la zona de la cúpula o domo de la nave para los tres barcos.
Foto: Ministerio de Defensa de Australia