La guerra en Ucrania s una trituradora de carros de combate. Rusia ya lleva perdidos en el teatro de operaciones desde febrero de 2022, cuando comenzó la invasión ordenada por el Kremlin, en torno a 3.400 tanques, entre unidades destruidas (más de 2.300), dañadas (más de 150), abandonadas (más de 360) y capturadas (530). En el mismo periodo las tropas de Kiev han visto menguar su arsenal de carros de en más de 900 unidades (más de 600 destruidos, más de 70 dañados, otros tantos abandonados y por encima de los 130 capturados).
Este balance se basa en las evidencias videográficas y fotográficas registradas desde que comenzó el conflicto, recogidas por los analistas neerlandeses del portal Oryxpioenkop. Se entiende que los habitantes del país que ha sufrido el ataque tienen un mayor interés en recoger testimonio de las pérdidas del enemigo que de las propias, lo que distorsionaría en buena parte la relación de pérdidas de ambos contendientes; si bien abundan las fuentes militares de uno y otro lado, por ejemplo, que equilibran algo el balance. Estas últimas son las que en buena parte están ofreciendo evidencias que permiten un conteo de pérdidas en los carros de combate que los países occidentales están suministrando a Ucrania desde enero de 2023, cuando comenzaron los primeros anuncios de envíos de este tipo de armamento, hasta ese momento vedado por el temor a que ocasionaran una imparable escalada bélica con la potencia nuclear que es Rusia.
De este modo, actualmente se conoce que las tropas ucranianas ya han perdido 59 de los al menos 304 tanques de producción occidental que distintas naciones le han prometido (Kiev ha recibido por parte de los países occidentales que le apoyan muchos más carros de origen soviético, en torno a 600). Se trata de 27 tanques destruidos y 33 dañados, de los que 21 fueron posteriormente abandonados. Estas pérdidas se reparten de la siguiente forma
Una docena de carros de combate Leopard 2A6 han resultado o bien destruidos (seis), dañados (cuatro) o dañado y abandonados (dos), de los 21 comprometidos, y que se reparten entre 18 unidades alemanas y otras tres que Lisboa anunció en febrero de 2023.
Otros siete Leopard 2A5 suecos han quedado igualmente inutilizados (uno destruido, otro dañado y los cinco restantes dañados y abandonados). En total, Estocolmo ha suministrado diez de estos carros de combate, a los que el país nórdico denomina oficialmente Stridsvagn 122, ya que se trata de una versión local.
Los registros recogen que de los 73 Leopard 2A4 anunciados por España, Polonia, Noruega, Canadá y Países Bajos con Dinamarca en alianza con Alemania, se han perdido 21 (11 destruidos, cuatro dañados y seis dañados y abandonados). En concreto, esos 73 tanques (de los que varias decenas aún no han llegado a Ucrania) se desglosan en 29 anunciados por España; 14 enviados por parte de Polonia; 14 adquiridos a Alemania en alianza por Países Bajos y Dinamarca; ocho noruegos y otros ocho canadienses.
Al menos tres Leopard 1A5 ucranianos (dos destruidos y uno dañado) han quedado fuera de juego de los como mínimo 155 comprometidos en una iniciativa de Países Bajos, Alemania y Dinamarca para financiar el suministro de más de 155 tanques de esta versión.
De los 31 M1 Abrams comprometidos por Washington en enero de 2023, en ucrania han quedado fuera de combate 14. Se trata de seis unidades destruidas, una dañada y siete dañadas y abandonadas.
Y de los 14 Challenger 2 británicos transferidos por Reino Unido, se ha reportado la destrucción de dos.
Teniendo en cuenta, además, que varias decenas de las algo más de 300 unidades de desarrollo occidental comprometidas aún no han llegado a Ucrania, se obtiene que las tropas del país han perdido un porcentaje de tanques recibidos mayor del aparente. Además, existen evidencias de la pérdida de 64 carros de combate ucranianos de modelos que no han podido ser identificados, por lo que entre ellos podrían encontrarse alguna unidad más de origen occidental.