Cuatro miembros de la Policía Colombiana fueron heridos mientras patrullaban en una camioneta del tipo Nissan Frontier NP300 4x4 TDi, en el barrio Los Comuneros de la ciudad de Cali (sur-occidente del país).
El atentado se produjo el pasado 28 de mayo hacia las 8:00 de la noche, cuando en una esquina la camioneta fue impactada por una granada de fragmentación al parecer lanzada por un transeúnte.
Según la Policía, dos de los heridos fueron remitidos con lesiones de gravedad mientras que los otros dos presentaban solo aturdimiento por los efectos de la onda explosiva. En este sentido, el comandante de la institución en el área metropolitana de Cali, general Manuel Vásquez, manifestó que gracias a la rápida respuesta había sido capturada una persona.
Este es otro de los numerosos atentados que vienen sucediéndose en los últimos años contra patrullas de la Policía y que, sin embargo e inexplicablemente, no han originado reacciones en el Ministerio de la Defensa Colombiano que se traduzcan en el inicio de procesos para la adquisición de vehículos del tipo m.r.a.p (Mine-Resistant Ambush Protected), ya sea producidos localmente o fabricados en el exterior y con los cuales dotar a las unidades policiales destacadas precisamente en aquellas zonas urbanas o rurales, en que se necesite el despliegue de este tipo de sistemas.