El Comité de Defensa del Parlamento de Dinamarca quiere conocer más detalles sobre el proceso que ha llevado al Ministerio de Defensa del país a elegir el avión de combate F-35 de Lockheed Martin frente al Eurofighter europeo y el Super Hornet de Boeing. El modelo de quinta generación es el favorito del ministerio para reemplazar a la actual flota de F-16 después de un proceso de evaluación cuyos resultados, recogidos por Infodefensa.com, se conocieron hace dos semanas.
“Resulta de extrema importancia que entendamos cómo se alcanzó la decisión sobre la selección” del F-35, ha explicado el presidente de esta comisión, Rasmus Jarlov. Los cálculos realizados por la Oficina del Nuevo Programa de Avión de Combate (NFPO) relativos a las horas de vuelo que son capaces de entregar los fuselajes y sobre los costes de ciclo de vida de los aviones son dos puntos particularmente controvertidos en el debate político danés.
La agencia ha calculado 8.000 horas de vuelo para los fuselajes de los F-35, mientras que únicamente estima 6.000 horas para cada uno de sus competidores. La evaluación de los aviones realizada por la NFPO ya ha sido cuestionada tanto por Boeing como por Airbus –principal socio del Eurofighter, en el que también participan BAE Systems y Finmeccanica–, informa Defense News.
El mismo medio recoge las palabras del miembro de la Comisión de Defensa Holger K. Nielsen, del Partido Socialista danés, en el país gobierna el Partido Liberál, advirtiendo de que aún hay incertidumbres “acerca del coste final del proyecto y de cuántos aviones serán comprados”.
En este contexto, el comité parlamentario ya ha solicitado tanto al ministerio como a la NFPO que expliquen racionalmente la elección de las aeronaves y justifiquen los costes relativos tanto al precio de compra de cada unidad como el del ciclo de vida de cada una de las aeronaves que compiten en el tramo final del programa. De este modo se incluye en el nuevo escrutinio, además del F-35, al Eurofighter y al Super Hornet. “Necesitamos conocer en que se basa [la selección del F-35], además de la información técnica y los datos de evaluación de costes sobre los que se basan los cálculos”, añade Jarlov
La elección prevista del F-35 lleva tiempo levantando suspicacias en algunos parlamentarios del país. Varios miembros de la Comisión de Defensa se quejaron a finales del año pasado por la negativa del ministro de Defensa, Peter Christensen, a abordar las cuestiones relativas a las dudas que se estaban planteando en torno al F-35, el favorito de la competición y en cuyo desarrollo Dinamarca ya ha contribuido con 291 millones de dólares.
Decisión de antemano
Copenhague solicitó inicialmente ofertas para la compra de 48 nuevas aeronaves con las que reemplazar a sus F-16, pero los recortes en el gasto público de los últimos años llevó a sus autoridades a rebajar esta cantidad hasta unas más asequibles 24, 30 o 36 unidades. “El número final de aeronaves que se van a adquirir va a estar estrechamente vinculado a factores económicos y de asequibilidad”, aclaró Jarlov a finales de 2015. La mayor parte de los técnicos coincide en que el pedido final no superará los 30 aparatos, como recogió Infodefensa.com.
En origen también se invitó al proceso la firma sueca Saab, fabricante del caza Gripen, pero optó por no responder a la solicitud de información que se le requirió, lo que le dejó fuera del proceso. La prensa sueca explicó la decisión por la impresión extendida de que Dinamarca ya tenía decidido de antemano comprar aviones F-35.
La Fuerza Aérea de Dinamarca cuenta en la actualidad con unos 90 aviones y helicópteros, de los que una treintena son los F-16 que serán sustituidos en el nuevo programa. Una vez conocida la decisión final sobre el ganador del proceso, el Parlamento deberá dar su aprobación y se iniciarán las negociaciones con la empresa constructora.
El programa del Joint Strike Fighter, como también es conocido el F-35, compone el proyecto militar más caro de la historia y se ha encarecido mucho más por los contratiempos que ya ha sufrido a lo largo de los tres lustros que lleva de desarrollo.
Fotografía: Lockheed Martin