La propuesta de Scholz deberá coordinarse de algún modo con los planes de Estados Unidos para Europa, que ya tiene en marcha su propio escudo antimisiles en el marco de la OTAN, en el que se incluyen misiles interceptores SM-3 en Polonia y Rumanía contra misiles balísticos de medio alcance y medios navales dotados de sistemas de combate Aegis, desarrollados para rastrear y guiar misiles contra amenazas enemigas, y que equipan los destructores que Washington tiene desplegados en la base conjunta de Rota, en España, y también montan las fragatas de la Armada española F-100.
Tras el anuncio de incremento de los presupuestos de defensa por encima del 2% del PIB (ahora están en el 1,53%) y de una inyección adicional de 100.000 millones, Alemania ya está poniendo la vista en soluciones de alta tecnología. El caza de quinta generación F-35, del que ya prepara la compra de 35 unidades, es una de ellas, y la adquisición de sistemas antimisiles Arrow 3 a Israel Aerospace Industries (IAI) es otra que está tomando forma ahora.