EEUU encarga a Bell y Sikorsky finalizar sus diseños para reemplazar a los Black Hawk
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EEUU encarga a Bell y Sikorsky finalizar sus diseños para reemplazar a los Black Hawk

Modelo SB-1 Defiant. Foto: Sikorsky
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El Ejército de Estados Unidos ha encargado a una alianza formada por las empresas Sikorsky y Boeing y a la compañía Bell que afinen los diseños con los que optan a sustituir a los helicópteros Black Hawk UH-60. La unión de Sikorsky-Boeing recibirá en total 97 millones de dólares para mejorar su modelo SB-1 Defiant en los próximos dos años, mientras que Bell contará con 84 millones para hacer lo mismo con su ‘tilrotor’ V-280 Valor.

Ambas aeronaves optan al programa Futura Aeronave de Asalto de Largo Alcance (FLRAA, por sus siglas en inglés), que a su vez forma parte del proyecto FVL (siglas en inglés de elevación vertical futura –Future Vertical Lift–) con el que el Ejército estadounidense pretende sustituir a modelos actuales de helicópteros como el AH-64E Apache, el CH-47 Chinook y el OH-58 Kiowa, además del citado UH60 Black Hawk. Otro de los procedimientos de elección contenidos en el FVL es el de un nuevo aparato de búsqueda de un nuevo modelo de reconocimiento de ataque FARA (Future Attack Reconnaissance Aircraft).

El cronograma del FLRAA prevé la elección del V-280 o el SB-1 Defiant como futura aeronave de asalto aéreo y evacuación médica (Medevac, por las siglas de este concepto en inglés) en el año 2022. Y, si no se producen retrasos, la primera unidad operativa volará en 2030.

En contraste con el programa FARA, al que también optan Bell, Boeing y Sikorsky por separado, el FLRAA se lo disputan dos modelos que ya vuelan. El SB-1 Defiant lo hizo por primera vez hace ahora un año. Su desarrollador lo define como un aparato “diseñado para volar a casi el doble de velocidad y el doble de lejos que los helicópteros convencionales, al mismo tiempo que conserva el mejor, o quizá mejora, el rendimiento a baja velocidad y en vuelo estacionario de los helicópteros convencionales”.

Como un avión

El sistema que emplea el Defiant para permanecer y maniobrar en el aire consiste en dos juegos de alas rotativas que giran en sentido contrario, con lo que evita la necesidad de un rotor de cola con el que contrarrestar el par. Sus controles de vuelo son muy similares a los de un helicóptero convencional, con un control de paso colectivo, pedales de guiñada y una palanca de control cíclico a la derecha del piloto. Adicionalmente, en el control de paso colectivo, existe un pequeño control adicional que al ser empujado hacia arriba aumenta la potencia de la hélice de cola y al ser retornado la disminuye.

Una de las principales particularidades del SB-1 Defiant es que cuando la aeronave alcanza los 80 nudos (cerca de 150 kilómetros por hora) su comportamiento deja de ser el de un helicóptero para convertirse en un avión, volando con las características de una aeronave de alas fijas y de forma extremadamente ágil, según sus desarrolladores. El sistema de rotores rígidos y la propulsión generada por la hélice trasera permiten que la aeronave utilice la sustentación de las alas rotativas como si fuesen un ala fija y ya no precisa emplear el control colectivo, sino que se puede volar como si se tratase de un modelo de ala fija tradicional. Luego, a medida que disminuye la velocidad, la actitud de la aeronave cambia hacia la de una aeronave de alas rotatorias, lo que le permite disminuir muy rápidamente la velocidad para realizar aterrizajes tácticos.

Basado en el V-22 Osprey

El V-280 Valor, por su parte, es directamente un convertiplano (aeronave de rotores basculantes), como el V-22 Osprey ya operativo. De hecho el aparato de Bell, que alzó el vuelo por primera vez a finales de 2017, se sirve de la experiencia adquirida con el V-22 Osprey, que en los años ochenta desarrolló junto a Boeing. A diferencia de los Osprey, el V-280 Valor cuenta con unas hélices en los extremos de sus alas que pivotan –para operar como un helicóptero durante los despegues y aterrizajes o como un avión de ala fija cuando necesite mayor velocidad– independientemente del motor que las impulsa. De esta forma se ha logrado que cada propulsor sea capaz de suministrar energía a los dos rotores del aparato en caso de que uno sufra una avería.

En su desarrollo, además de Bell, también trabajan las compañías Lockheed Martin, General Electric, Moog, IAI, TRU Simulation & Training, Astronics, Eaton, GKN Aerospace, Lord, Meggitt y Spirit AeroSystems.

El Valor, de menor tamaño que el Osprey, ha sido diseñado para poder transportar 5.400 kilos de peso, incluidos 14 soldados y cuatro tripulantes, y alcanzar un radio de combate de casi 1.500 kilómetros. Su velocidad de crucero estimada llega a los 280 nudos (cerca de 520 kilómetros por hora), más que el Osprey, que no llega a los 450 kilómetros por hora de velocidad de crucero, aunque la capacidad de carga de este último es muy superior (más de 9.000 kilos).

Fuera del programa FLRAA quedaron en su momento dos proyectos encabezados respectivamente por las firmas Karem Aircraft y AVX Aircraft.



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