El incendio de un submarino de investigación ruso acaba con 14 muertos

Catorce personas, todas ellas oficiales, han perecido en el accidente de un submarino de investigación ruso el pasado lunes. El ministro de Defensa del país, Serguei Shoigu, ha informado de que la tragedia se produjo como consecuencia de un incendio durante la recogida de datos batimétricos por parte de una nave preparada para investigar el fondo del océano para la Armada rusa, cuyas causas no han trascendido. “Ante esa situación crítica los marineros actuaron con heroísmo: primero, evacuaron del compartimento en llamas a un civil, representante de la industria, luego cerraron la escotilla para impedir que el fuego se propagara por todo el sumergible y se quedaron allí para intentar salvar la embarcación”, de acuerdo con el relato de Shoigu. Los fallecidos son siete capitanes de navío, tres capitanes de fragata, un teniente coronel del servicio médico, dos capitanes de corbeta y un teniente de navío.

El ministro de Defensa los ha calificado de “especialistas militares únicos, unos profesionales de alta calificación que realizaban importantes estudios de la hidrosfera”.

El sumergible se encuentra ahora en Severomorsk, en el Mar de Barents, cerca de la frontera con Finlandia, donde se ubica la principal base de la Flota Rusa del Norte. Allí se encuentra un comité de investigación que está tratando de dilucidar las causas del siniestro ocurrido junto a miembros de las Fuerza Armadas del país.

Este es el accidente en un submarino ruso más grave desde que en 2008 murieron 20 personas en el buque nuclear Nerpa K-152 por asfixia tras activarse accidentalmente el sistema contra incendios. Ocho años antes, en 2000, tuvo lugar la tragedia del submarino Kursk, en la que fallecieron sus 118 tripulantes.