Los ingenieros del Ejército evalúan exoesqueletos pasivos de la empresa Gogoa

El Regimiento de Ingenieros nº11, con sede en Salamanca, lidera la primera toma de contacto con los exoesqueletos mecánicos pasivos de la empresa Gogoa Mobility Robots para evaluar su rendimiento y sus posibilidades de empleo por parte del Ejército de Tierra.

Estas pruebas, que forman parte del plan de experimentación de la Fuerza 2035, se han llevado a cabo entre los meses de diciembre del año pasado y febrero de este año.

El Ejército detalla que "los exoesqueletos pasivos funcionan almacenando la energía de aquellos movimientos que se efectúan a favor de la gravedad para devolverla en los que se efectúan en contra, como el levantamiento de sacos terreros, el llenado de una hormigonera o el traslado de las piezas del puente logístico Bailey, consiguiendo un aumento notable en el rendimiento en el trabajo delos que lo probaron".

Los resultados obtenidos en las pruebas han sido satisfactorios, detalla Tierra, "teniendo en cuenta que es una tecnología novedosa y que todavía tiene un largo recorrido hasta su implantación efectiva en las unidades". Por ello, añade, se considera muy interesante el seguimiento de este tipo de herramientas, así como la necesidad de probar los exoesqueletos mecánicos activos, que son accionados eléctricamente y cuyo potencial es mucho mayor.

La empresa Gogoa, asociada con Everis, dio a conocer el pasado mes de diciembre las características de sus sistemas en una demostración de exoesqueletos organizada en la Escuela de Ingenieros Politécnica del Ejército en Madrid. Esta compañía, con sede en Abadiano (Vizcaya), es una de las empresas líderes a nivel mundial en este sector, fundamentalmente en el ámbito de la sanidad e industria.

En aquella cita, ofreció una minuciosa exposición no solo de sus productos sino de sus capacidades y de su concepto de evolución de los exoesqueletos de aplicación militar a corto, medio y largo plazo.