ISBN: 978-84-8383-256-1
Año de publicación: 2011-02-12 00:00:00
Introducción del libro:
Richard Overy es uno de esos pocos historiadores cuyo análisis del pasado es fundamental para entender el presente y útil para el futuro. Su último libro, escasamente 161 páginas, es excepcionalmente lúcido y conciso pero imprescindible para comprender los extraordinarios sucesos que desembocaron en esos críticos meses de 1939 en el inicio de la segunda guerra mundial. Overy resalta que los últimos días que condujeron a este “abismo” se desarrollaron en medio de una inmensa tensión y las decisiones que se tomaron entonces, lo fueron inmersas en enormes contradicciones y presiones. Overy, actualmente profesor de Historia de la Universidad británica de Exeter, ha escrito más de dos docenas de libros sobre la segunda guerra mundial y, sin embargo, es capaz todavía que encontrar datos y circunstancias novedosas no conocidas hasta ahora. Uno de los elementos más relevantes de su último trabajo es el análisis que hace de los líderes de ese momento y los motivos y contexto en el que tomas sus decisiones. En este sentido, afirma que nada en la historia es inevitable y que, por tanto, esos hombres con sus decisiones decidieron su curso, más allá de aquellos que afirman que la guerra era inevitable porque Hitler lo quería y deseaba. Por ejemplo, duda, incluso, se su propio ministro de Exteriores, Joachim von Ribbentrop, de quien duda al asegurar que su criterio de que Gran Bretaña no reaccionará a la ocupación de Polonia –que desencadena el verdadero inicio de la contienda- está basado “más en que es lo que quiere creer el mismo”, que un criterio bien razonado. El profesor inglés reivindica la figura de Chamberlain a quien, en general, se señala como culpable del inicio de la guerra por preferir siempre la paz que la violencia.
Como en otras ocasiones más recientes –el caso de Bush (hijo) y Sadam Husein-, Overy señala que parte de la razón del desencadenamiento de la guerra se debió a un error de cálculo y a una equivocación a la hora de valorar al contrario:
“La búsqueda de un argumento moral, provisional y convincente durante la crisis no hizo la guerra totalmente inevitable, pero sí difícil de evitar. La pugna de voluntades en los últimos días de la paz, sobre todo entre dos protagonistas absolutamente distintos, Hitler y Chamberlain, adquirió su propia dimensión, independiente en gran manera de la larga historia de acontecimientos políticos, económicos y militares que los habían llevado al inminente enfrentamiento. Las últimas decisiones tuvieron un insólito carácter inusual. Pero una vez tomadas las decisiones, el marco más estrecho permitió una nueva valoración más amplia de las posibilidades. Hitler de nuevo se convenció de que Gran Bretaña y Francia no lucharían en serio en cuanto Polonia fuera derrotada y dividida entre Alemania y la Unión Soviética, en tanto que Gran Bretaña y Francia tenían que decidir de una manera más formal cuáles eran exactamente sus objetivos bélicos más allá de satisfacer el honor nacional” (pág. 135).
El libro, editado por TusQuest, sólo contiene una referencia a España. En la página 55, que a finales de agosto de 1939, durante los días previos al ataque alemán contra Polonia. Según Overy, Georges Bonnet, el ministro de Asuntos Exteriores francés, pacifista y en ese momento optimista de que la presión sobre Hitler evitaría la guerra, interpretó el momento como una oportunidad para un segundo Múnich y redobló sus esfuerzos para inducir a los italianos a que incentivaran una nueva cumbre y “para invitar a intervenir a favor de la paz, primero a Leopoldo III, rey de los belgas, y luego, a Francisco Franco –con pocas esperanzas de éxito-“, quien acababa de ganar la guerra civil.
Rafael Moreno
Sinopsis
Desde finales de agosto hasta comienzos de septiembre de 1939, las cancillerías y gobiernos de las potencias europeas vivieron una actividad frenética ante una guerra a todas luces inminente y cuyas consecuencias imprevisibles mantenían en vilo a Europa entera. Desde hacía tiempo, parecía evidente que Hitler quería recuperar la ciudad alemana de Danzig, declarada «ciudad libre» por el Tratado de Versalles y rodeada ahora de territorio polaco. Mientras el ejército de este país se aprestaba a una heroica defensa de sus fronteras, al dictador alemán tan sólo le detenía la aparente firmeza de británicos y franceses para cumplir sus compromisos de ayuda mutua con Polonia; pero ante la opinión pública occidental se alzaba el espectro del pacto entre Hitler y Stalin.
En esta electrizante obra, el prestigioso historiador Richard Overy reconstruye paso a paso la terrible guerra de nervios entablada en los días que precedieron al estallido del conflicto, caracterizados por las amenazas entre gobiernos, el juego estratégico de adivinar hasta dónde sería capaz de llegar el contrario y la creciente sospecha de que el mundo, al borde del abismo, afrontaba uno de sus momentos más sombríos.
Para una lectura de un fragmento del libro puede descargarse el siguiente documento.