La compañía alemana Rheinmetall continúa creciendo, incrementando notablemente su producción y también absorbiendo nuevas compañías, como hizo el año pasado con la española Expal, El último movimiento ha sido la adquisición de una nueva fábrica de municiones de 30 mm de última generación en Várpalota, al sureste de Budapest. La nueva planta de producción húngara es para la empresa “un hito importante” en su estrategia de expansión.
En esta factoría se producirá la munición de 30 mm que empleará el vehículo de combate de infantería (IFV) KF41 Lynx, también de Rheinmetall, y cuya producción a su vez tiene lugar en otra factoría de la firma en Zalaegerszeg, al oeste de Hungría.
El inicio de la actividad en la fábrica de munición de Várpalota tendrá lugar el próximo octubre. Más adelante, en una segunda fase, las instalaciones acogerán la producción de municiones para carros de combate y artillería y detonadores. Se espera que el complejo alcance 150 hectáreas en su última etapa de expansión
El presidente de Rheinmetall, Armin Papperger, apunta que la apertura de esta “fábrica de municiones de última generación en Várpalota es una señal clara de nuestro compromiso con la innovación y la calidad”. Esta instalación, afirma, “no sólo fortalecerá las capacidades de defensa de nuestros socios globales y de Hungría, sino que también contribuirá al desarrollo económico de la región”.
Importancia estratégica
El Ministro de Defensa húngaro, Szalay-Bobrovniczky, ha destacado la importancia estratégica de la cooperación con Rheinmetall y los esfuerzos conjuntos para fortalecer la seguridad nacional y la industria de defensa.
La nueva fábrica de Várpalota, de la que la empresa señala que está equipada con la última tecnología, creará más de 200 puestos de trabajo en la región.