Los siete países de la OTAN que en 2003 iniciaron el programa del avión de transporte militar A400M han firmado con su fabricante, Airbus, una declaración de intenciones (DoI) para introducir una enmienda al contrato este año. El documento "representa un importante paso para alcanzar un acuerdo contractual vinculante con la Occar y las naciones clientes de lanzamiento en 2018 que mitigue los riesgos y asegure el futuro del programa", informa la empresa en un comunicado.
La Occar (siglas en inglés de Organización Conjunta de Cooperación de Armamentos) es la entidad encargada de gestionar el programa de esta aeronave en nombre de los siete clientes de lanzamiento: Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo.
El compromiso alcanzado ahora, en la reunión de todas las partes convocada en Londres para abordar las sanciones que pesan sobre la compañía por incumplimientos en el programa, incluye "trabajar en torno a una serie de aspectos contractuales entre los que se encuentran un plan actualizado de entregas y una hoja de ruta para desarrollar y completar las capacidades militares del A400M".
Esta declaración de intenciones ofrece una línea de referencia sobre la que evaluar el contrato del A400M, de acuerdo con la fuente, y se está valorando un incremento, "que podría ser significativo", de la provisión para el contrato deficitario del programa en los resultados del ejercicio 2017. Esta decisión se hará pública el 15 de febrero de 2018.
Contando con una hoja de ruta clara, se limitaría la exposición residual de cara al futuro, añade el comunicado. Para el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, "este acuerdo con nuestros clientes es un paso importante para seguir mitigando los riesgos residuales del programa A400M".
Enders además ha agradecido a los socios del programa "su apoyo en este complejo esfuerzo y espero seguir contando con su compromiso continuado hasta la firma de la enmienda del contrato, que será beneficiosa para todos".
El máximo ejecutivo del gigante aeroespacial y de defensa europeo reconoce que "desde su inicio en 2003 el programa ha sufrido una serie de problemas, que combinados con los efectos de un contrato inadecuado y un presupuesto insuficiente, han provocado pérdidas significativas para Airbus como contratista principal". Para Enders, el acuerdo suscrito supone "una buena oportunidad para detener o, al menos, reducir el flujo de pérdidas ahora y entregar las capacidades que necesitan nuestros clientes". En virtud a él, "Airbus mantendrá su compromiso con el A400M y con el suministro a las fuerzas aéreas de nuestros clientes del mejor avión de transporte militar de la historia".
Airbus instó hace ahora un año a sus clientes de lanzamiento a emprender conversaciones sobre el reajuste del contenido del contrato relativo al A400M, uno de los programas europeos de colaboración en materia de defensa conjunta más importantes y de mayor envergadura de la historia. Poco después, el 30 de marzo, los países implicados expresaron, durante una conferencia ministerial convocada en Madrid, su disposición a apoyar este diálogo y a iniciar conversaciones para adaptar el contrato con Airbus.
Airbus y Occar pusieron en marcha a continuación varios grupos de trabajo para evaluar las áreas que requerían ajustes, como la planificación de las entregas, así como la hoja de ruta para el desarrollo de capacidades militares, cuyos resultados han derivado en la DoI alcanzada este miércoles.
Ambas partes han convenido que no van a realizar más comentarios sobre las conversaciones confidenciales que están en marca con el objeto de alcanzar unas condiciones vinculantes.
El fabricante llegó el lunes a estas negociaciones con el objetivo de conseguir una reducción de las multas previstas por los retrasos que están experimentando las entregas del avión y por el incumplimiento de algunos requisitos de capacidad que figuran en el contrato. Si no lo logra, la compañía teme que el programa, valorado en 21.000 millones de dólares, quede seriamente en riesgo.
El país que más trabas está poniendo a un entendimiento es Alemania, principal cliente del A400M. Los retrasos ocasionados tras la detección en 2016 de fallos en las reductoras (PGB por las siglas en inglés de Propeller Gear Boxes) de algunos motores de estos aparatos ya supone para Alemania un sobrecoste de 2.000 millones de euros.
Airbus lleva pagados 8.800 millones de dólares en multas desde que en 2010 aceptó el contrato, de acuerdo con el citado medio, que cifra en 4.300 millones de dólares el desembolso que recibió la empresa de los siete países ese año para que pudiese continuar adelante.