Polonia va a anunciar qué socio estratégico elige para desarrollar sus futuros submarinos. Las compañías europeas Naval Group (francesa), ThyssenKrupp Marines Systems (empresa alemana conocida por las siglas TKMS) y Saab Kockums (sueca), son las tres firmas con opciones en el conocido como programa Orka.
La capacidad submarina de la Armada polaca quedó comprometida especialmente desde hace algo más de dos meses, tras un incendio declarado en su sumergible Orzel, que data de la época soviética. Este percance, como informó en noviembre Infodefensa.com, ha dejado al país con cuatro naves de este tipo que “no tienen ningún valor militar”, según la prensa local. El periódico Wyborcza, que es el segundo más leído del país, ha llegado a poner en duda que el país conserve capacidad de guerra submarina tras el suceso del Orzel.
El Ministerio de Defensa del país ha revelado ahora sus intenciones de dar a conocer la identidad del ganador este mismo mes. El objetivo es la fabricación de tres nuevos submarinos equipados con misiles de crucero, más la opción una nave más.
En menos de dos meses se van a cumplir tres años desde que la defensa polaca ofreciese los primeros detalles de su futuro proyecto de submarinos. De acuerdo con aquel anuncio el objetivo inicial pasa por que los futuros buques estén armados con misiles de crucero y esto no debía modificar la recepción prevista de los dos primeros submarinos en 2022 (el siguiente debería estar listo en 2030).
Sin embargo, la estimación actual marca el periodo 2024-2026 como el previsto para la entrega de la primera nave, informa Jane´s. Hace tres años también se conoció que se creará un nuevo centro para el mantenimiento de estos nuevos buques, y que las embarcaciones también deberán ser capaces de transportar tropas ajenas a sus tripulaciones, entre otras novedades.
El coste de los tres futuros submarinos se estima en una horquilla que va de los 7.000 millones a los 10.000 millones de zlotys (en torno a los 1.800 y los 2.400 millones de euros al cambio actual).
De acuerdo con fuentes de la industria militar europea, resulta difícil pensar que Polonia acabe optando por un fabricante de sus nuevos submarinos distinto a Alemania, aunque en su momento las autoridades polacas llegaron a asegurar que los sumergibles germanos de la clase 212A que se preveía que iban a optar a este proceso no cumplían con los requisitos iniciales.
La propuesta presentada finalmente por la firma alemana TKMS es la de su buque 212CD, Naval Group opta con el Scorpene y Saab Kockums concursa con el modelo de submarino A26.