El único submarino operativo que venía prestando servicio a la Armada alemana se quedó la semana pasada temporalmente fuera de juego después de que su timón resultase dañado durante unas maniobras en la costa noruega. Con este percance del U35, una nave de la clase 212A, las fuerzas germanas han dejado de disponer de su arma submarina durante un tiempo indefinido, aunque probablemente a mediados de 2018 pueda volver a disponer de tres o cuatro de estas naves.
De momento los otros cinco buques de la clase 212A del inventario alemán, hasta completar una flota de seis submarinos, ya se encontraban antes de este percance en distintas fases de mantenimiento y, por tanto, sin prestar servicio. El U-31 estará en astillero hasta el mes de diciembre, el U32 está fuera de servicio a la espera de recibir mantenimiento localizado en algunos puntos, el U33 ya se encuentra en pleno mantenimiento y así está previsto que siga hasta febrero, al igual que el U36, y el U34 se encuentra en las mismas condiciones que el U-32, a la espera de recibir determinados trabajos necesarios para mantener su operatividad.
Sobre el U35, Defensenews informa de que los especialistas están evaluando el alcance de sus daños antes de determinar cuánto tiempo concreto estará fuera de servicio.
El 212A es el mismo en el que se basarán las naves que ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) va a construir para Noruega. Ambos países formalizaron este verano el desarrollo de un submarino común a partir de este modelo, como publicó entonces Infodefensa.com.
El calendario previsto para este programa contempla la formalización de un contrato común sobre los nuevos submarinos en 2019. De este modo será posible entregarlos entre mediados de la década de 2020 y 2030. Entre tanto, Noruega continuará empleando sus submarinos de la clase Ula, que comenzaron a operar entre 1989 y 1992 y cuentan a priori con una vida útil de treinta años.
Los submarinos del tipo U-212 desplazan 1.830 toneladas de inmersión y cuentan con una eslora de 56 metros. En su interior destaca su sistema de propulsión independiente de aire (AIP), que le permite permanecer bajo el agua durante largos periodos de tiempo. Además de prestar servicio en Alemania, donde como se ha explicado se encuentran temporalmente inoperativos, también forman parte de la Armada italiana.
Alemania, que achaca la situación con sus 212A a las dificultades para contar con repuestos necesarios después del recorte de gastos experimentado tras la Guerra Fría, cree que podrá volver a contar con tres o cuatro submarinos de s flota a mediados de 2018.