El Ministro de Defensa turco, Fikri Ishik, ha revelado la alianza suscrita con la compañía italo-francesa Eurosam para desarrollar un sistema antiaéreo indígena. La noticia llega en el momento en que Ankara vuelve a acercar posiciones con Moscú para la posible compra del sistema de misiles ruso S-400.
De hecho, según Ishik, el país va a poder cubrir sus capacidades antiaéreas “tanto con la compra de S-400 como por medio del desarrollo de nuestros propios complejos de defensa antimisil en cooperación con Francia e Italia", informa la agencia gubernamental rusa Sputnik.
Turquía lleva años tratando de adquirir sus primeros equipos antimisiles y de defensa aérea de largo alcance, y a la vez quiere contar con un sistema propio dentro de una década. El año pasado trascendió que para cubrir el primer objetivo el país estaba negociando con Eurosam la adquisición de sistemas SAMP/T y misiles Aster 30, lo que en aquel momento redujo las posibilidades rusas de dotar a Turquía con su sistema de misiles S-400, de lo que se venía especulando en un contexto de acercamiento entre Ankara y Moscú.
Ahora vuelve a ser Rusia la que ha ganado opciones para hacerse con este contrato. De hecho, en boca del ministro ruso, “la etapa de aprobación de todos los aspectos técnicos concluyó y estamos en la etapa final de determinación sobre la compra a Rusia de S-400”.
Mientras se formaliza este contrato, lo que ya es una realidad es el acuerdo con la industria italo-francesa. “Hoy nuestro departamento de industria militar firmó un memorando con Eurosam sobre el desarrollo del sistema doméstico de defensa antiaérea, lo haremos en conjunto con Francia e Italia", afirmó Ishik, según recogió el sábado la agencia oficial, que a su vez ha extraído la cita del medio turco Hurriyet.
Turquía ya abrió hace unos años un proceso para adquirir sus primeros equipos antimisiles y de defensa aérea de largo alcance, valorados en más de 3.400 millones de dólares. A ese gran pastel optaron, entre otros, la estadounidense Raytheon y Lockheed Martin y la rusa Rosoboronexport, además de la europea Eurosam.
La compra fue finalmente cancelada después de que en 2013 fuese provisionalmente adjudicada al consorcio chino Precision Machinery Import-Export (CPMIEC). Las presiones de aliados de la OTAN llevaron a las autoridades turcas a reconsiderar su decisión y conceder otra oportunidad a los fabricantes occidentales para que mejoraran sus ofertas.En aquel proceso también fue eliminada la propuesta rusa de sistemas S-300/400 por no ajustarse a las cláusulas del concurso.
En aquella ocasión, Eurosam quedó en segunda posición, tras la señalada CPMIEC. Raytheon y Lockheed Martin –fabricantes del sistema Patriot–, ocuparon el tercer lugar.
Tras años tratando de encontrar al desarrollador extranjero de su futuro sistema de defensa antimisiles sin lograrlo Ankara decició ponerse manos a la obra para obtener una capacidad propia.
Posteriormente, cuando se conocieron las negociaciones de Ankara con Eurosam, la empresa europea reveló que estaba dispuesta tanto a la fabricación conjunta con Turquía, como a asociarse con empresas locales e incluso a transferir tecnología para hacerse con el contrato para dotar al país de sus SAMP/T Aster 30. Según la información conocida ahora, también cabía la posibilidad de ayudar al país a desarrollar su propio sistema pese a la compra de material de un tercero, en este caso, Rusia, aunque este último punto aún está pendiente de formalizarse.
Numerosos expertos occidentales advirtieron al inicio de todo este proceso que los sistemas rusos y chinos no son compatibles con los sistemas de la OTAN. Además mostraron su temor a que si uno de estos países llega a hacerse con el programa podrían acceder a información clasificada de la organización atlántica y poner el riesgo algunos de los procedimientos a los que está comprometida.
El presidente Recep Tayyip Erdogan atribuyó en su momento la revocación de la elección de CPMIEC a que habían surgido “algunos desacuerdos con China sobre aspectos relacionados con la producción conjunta y la transferencia de tecnología durante las negociaciones sobre el sistema de defensa de misiles”.