La preocupación que el año pasado se extendió entre los tripulantes de cazas F-18 de la Marina de Guerra de Estados Unidos por la proliferación de hipoxias (falta de oxígeno en el organismo) durante los vuelos, llega ahora a los pilotos de los F-35A de 56ª Ala de Combate. Tras la detección de cinco casos en los que se ha informado de síntomas similares a este mal, la Fuerza Aérea del país (USAF, por sus siglas en inglés) ha decidido cancelar los vuelos locales con aviones F-35A Lightning II en la Base de la Fuerza Aérea Luke, en Arizona, donde se ubican los aparatos de la señalada unidad, desde el pasado viernes.
Según fuentes oficiales de la base, los cinco casos se han registrado desde el 2 de mayo. En todos ellos se ha echado mano del sistema de reserva de oxígeno de la aeronave, que en ha funcionado “como se diseñó”, y el piloto “ha seguido los procedimientos correctos hasta aterrizar la aeronave con seguridad”.
El general de brigada Brook Leonard, que es el comandante del 56ª Ala de Combate, ha informado de que se ha optado por cancelar los vuelos locales de F-35A “para sincronizar los esfuerzos operativos y de mantenimiento que garanticen los vuelos seguros”. El general ha remarcado que la Fuerza Aérea “se toma en serio estos incidentes fisiológicos y nuestro enfoque se centra en la seguridad y el bienestar de nuestros pilotos”. En estas circunstancias, concluye, “estamos tomando las medidas necesarias para dar con la causa de estos incidentes”.
La USAF se ha comprometido en un comunicado a informar tanto a sus pilotos como a los de otros países que han adquirido el F-35 sobre lo que está ocurriendo y aumentarán sus conocimientos acerca de los síntomas de la hipoxia. Los pilotos también serán informados sobre las acciones realizadas por los pilotos para recuperar con seguridad el manejo de los aparatos durante los incidentes.
El 56º Grupo de Operaciones mantendrá abierto un foro de discusión para tratar las preocupaciones que tengan los pilotos en torno a estos episodios. De momento la cancelación de vuelos locales del F-35A se limita a la Base de la Fuerza Aérea Luke de la Fuerza Aérea.
Un programa jalonado de contratiempos
Los problemas que han ido jalonando el programa del F35 han llegado a poner en riesgo la continuidad de algunos de sus nueve socios y ha originado episodios tan bochornosos como la utilización ilegal de piezas fabricadas en China en 2012 y 2013 para tratar de contener los costes, lo que llevó a las empresas responsables a enfrentarse a posibles importantes sanciones.
El avión de combate de quinta generación desarrollado por Lockheed Martin continúa, por otra parte, sin bajar su coste de compra a los niveles previstos por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, como ha recogido Infodefensa.com.