Corea del Norte ha lanzado el tercer misil de prueba en tres semanas. La prueba, realizada con un proyectil autopropulsado de tipo Scud, ha caído este lunes al mar de Japón, a 450 kilómetros de distancia desde el punto de lanzamiento.
En esta ocasión la prueba ha sido realizada con un arma de corto alcance, frente a las dos inmediatas, en las que se dispararon misiles de mediano a largo alcance. El primero de los ensayos fue realizado con un nuevo tipo de misil capaz de transportar una cabeza nuclear, según la descripción de las autoridades norcoreanas.
El país dispone de un importante arsenal de reserva de misiles Scud de corto alcance desarrollados por la Unión Soviética y que en sus versiones modificadas pueden alcanzar objetivos a un millar de kilómetros de distancia, informa la cadena británica BBC.
Pyongyang mostró en el desfile del 105º aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung, que tuvo lugar a mediados de abril, un, en apariencia nuevo misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés). El arma, de confirmarse que es real –y no una maqueta como algunos analistas sospechan– sería capaz de superar los 5.500 kilómetros de alcance.
El actual líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró en su último discurso de Año Nuevo, el pasado 31 de diciembre, que el país se encontraba en la “etapa final” de desarrollo de un misil balístico internacional. Sobre Corea del Norte pesa una resolución de la ONU que le prohíbe toda actividad nuclear y de misiles.