El buque de fabricación soviética de la clase Almirante Kuznetsov, que China rebautizó como Liaoning tras adquirírselo a Ucrania, se encuentra preparado para ser usado en situaciones de combate. Es la primera vez que hay constancia de que el buque está listo para participar en una operación real desde que está al servicio de la Armada del Ejército Popular de Liberación, donde desde 2012 ha venido prestando labores de entrenamiento y desarrollo.
Distintos medios locales han recogido estas informaciones sobre el nuevo estado del barco. Así, el periódico estatal Global Times citó esta misma semana al comisario político del portaaviones, el capitán Li Dongyou, reconociendo que se encuentran “haciendo nuestro mejor esfuerzo para promover nuestra fuerza y utilizarla en prevención de la guerra, pero estamos preparados para un combate real en cualquier momento”.
Jane´s, que se ha hecho eco de la información, destaca que estas declaraciones se suman a las imágenes del Liaoning ofrecidas el pasado agosto por la televisión estatal en las que se mostraba el barco con ocho cazas SAC J-15 sobre su cubierta de vuelo y junto a un helicóptero Z-9. El portaviones nunca había sido visto con este número de aparatos hasta el momento desde que comenzó a operar con ellos en noviembre de 2012.
Según el contralmirante Yin Zhou, el Liaoning puede llevar hasta una veintena de aviones. Entre ellos se podrán encontrar en el futuro, junto a los J-15, aparatos de alerta temprana (AEW) Z-18J y de guerra antisubmarina (ASW) Z-18F. La nave desplaza más de 67.000 toneladas a plena carga repartidas a lo largo de sus 300 metros de eslora.
China se encuentra actualmente construyendo un segundo portaaviones, en este caso el primero de fabricación nacional. Las autoridades del país revelaron a primeros de año que la nueva nave tendrá un desplazamiento de 50.000 toneladas y operará con cazas J-15, entre otros aparatos. El Ministerio de Defensa aseguró entonces que el nuevo barco, del que no hay una fecha prevista para su entrada en servicio, será “totalmente diferente” al Liaoning, si bien se sabe que su diseño y construcción se basan en la experiencia adquirida a partir del ex-buque soviético.
Como recogió Infodefensa.com, el principal objetivo contemplado entonces por China para el Liaoning era servir de plataforma de investigación, pruebas y entrenamiento en este tipo de embarcaciones que serán fabricados en adelante íntegramente en el país. Entre otras mejoras, según algunos expertos, los portaaviones chinos que comenzarán a construirse más adelante ya contarán además con catapultas de despegue, un sistema más complejo que el del ski-jump ramp disponible tanto en el buque ya operativo como en el que se está fabricando. Algunas fuentes creen que China ya se encuentra construyendo un tercer portaaviones.
Distintos medios informaron que con la construcción del primer portaaviones de fabricación china, que llevará previsiblemente seis años, se inició un lote previsto de tres buques de este tipo que completarán una flota de cuatro, incluido el ya en uso Liaoning. Con esta fuerza el país pretende incrementar su poder naval y proteger sus intereses en los mares Este de China y Sur de China
El pasado agosto trascendió que el gigante asiático tiene la intención de botar su segundo portaaviones antes de que acabe el año.
Imagen: Ministerio de Defensa de China