Las autoridades francesas van a iniciar una investigación sobre el filtrado de 22.400 páginas del astillero de copropiedad gubernamental DCNS sobre los seis submarinos Scorpene actualmente en construcción para la Marina india (en la imagen). La publicación de datos sensibles extraídos de esa documentación en medios australianos ha hecho saltar las alarmas en plenas negociaciones con Canberra para la fabricación de sumergibles basados en la clase Barracuda.
DCNS se impuso el pasado abril a sus competidores japoneses (Kawasaki Heavy Industries y Mitsubishi Heavy Industries) y alemanes (ThyssenKrupp Marine Systems –TKMS) en el programa SEA 1000 de Australia para dotar a su Armada Real de una docena de submarinos valorados en 50.000 millones de dólares australianos (33.680 millones de euros al cambio actual).
La filtración de los documentos sobre los Scorpene indios, con el sello de “restringido” y que datan de 2011, puede llevar a las autoridades australianas, como cliente en ciernes de los futuros submarinos Shorftin Barracuda Block 1A –variante diésel-eléctrica de los buques nucleares Barracuda franceses– y de Estados Unidos, como suministradora potencial del armamento que equiparán las naves, a poner en duda la fiabilidad francesa para proteger datos “ultra secretos confiados” a ese país, según cita DefenseNews de un medio australiano.
La información filtrada da cuenta sobre los sensores submarinos, de superficie y de aire de los Scorpene, de su sistema de gestión de combate, de sus lanzadores de torpedos y sobre especificaciones acerca de los equipos de navegación y comunicaciones que monta. El Gobierno australiano, en todo caso, ya ha apuntado que la fuga de datos no afecta a su propio programa de submarinos.
Antes de que las candidaturas de Japón y Alemania se quedasen sin opciones, el proceso para dotar a Australia de una nueva flota de submarinos para sustituir a la actual clase Collins ya dejó fuera a la sueca Saab, interesada en ofertar su clase A26, y a la española Navantia, que al inicio del proyecto llegó a contar con buenas posibilidades con su modelo S-80. Entre los competidores también se contempló un posible desarrollo norteamericano.
DCNS, la seleccionada como favorita el pasado 27 de abril, es propiedad en un 62,48 por ciento del Estado francés y en otro 35 por ciento está en manos de la multinacional Thales. Hasta el momento de conocerse el asunto de las filtraciones las expectativas contemplaban finales de este año o inicios del próximo como fechas para la firma del contrato definitivo.
Imagen: Armada India