Las multinacionales británica QinetiQ y francesa Thales se han aliado con la compañía estadounidense Textron Airland para ganar opciones en el programa de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) de Entrenamiento Operacional de Apoyo Aéreo para Defensa (ASDOT, por sus siglas en inglés). Su objetivo es presentar a este concurso el reactor Scorpion, desarrollado por la empresa conjunta formada por Textron y AirLand Enterprises, dotado de sensores de QinetiQ y Thales.
Las tres empresas han formalizado su acuerdo a través de un memorándum de entendimiento (MOU) suscrito en la exposición aeronáutica internacional de Farnborough, que tiene lugar esta semana en las proximidades de Londres. El proyecto ASDOT al que optan será adjudicado si no hay contratiempos en septiembre de 2018 y prevé un desembolso de 1.200 millones de libras a lo largo de quince años. La prestación de los primeros servicios deberá iniciarse a principios de 2020.
El papel de QinetiQ en la oferta conjunta pasa por ocuparse del mantenimiento y del suministro de pilotos. Su propuesta incluye la integración de sensores y pods de interferencias en la flota aérea y la certificación de las aeronaves para asegurar el cumplimiento de las regulaciones de aeronavegabilidad militar.
Por su parte Thales aporta su experiencia en la prestación de servicios de gestión total de entrenamiento y de ingeniería a medida de equipamiento de formación de alta fidelidad, como simuladores completos de misión. Además suministra distintos sensores de conocimiento situacional, respuesta a las amenazas, obtención de blancos y guerra electrónica.
Finalmente, Textron AirLand ofrece su aeronave Scorpion, que ha sido elegida por QinetiQ y Thales tras un exhaustivo análisis de más de medio centenar de aviones, según la información facilitada por las compañías. El Scorpion es un reactor desarrollado para tareas de ataque ligero, inteligencia, vigilancia y reconocimiento que voló por primera vez en diciembre de 2013.
El Scorpion de Textron AirLand es uno de los candidatos a hacerse con el futuro contrato para dotar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) de un nuevo avión de entrenamiento, dentro del denominado programa T-X. Este proyecto contempla sustituir con 350 nuevos aparatos la antigua flota estadounidense de reactores de entrenamiento avanzado T-38. La USAF prevé resolver este concurso el año que viene y disponer de los primeros reactores entre los años 2023 y 2024.
Imagen: Textron Airland