El Cuerpo de Marines de Estados Unidos ha adjudicado por 225 millones de euros el inicio del desarrollo de la ingeniería y la fabricación (fase conocida por las siglas en inglés EMD) de su futuro Vehículo Anfibio de Combate 1.1. (ACV 1.1.). Las ganadoras han sido las empresas SAIC (la imagen superior muestra el modelo Terrex 2 con el que opta) , a la que se contrata por 121,5 millones, y BAE Systems (creadora junto a Iveco de la propuesta de la imagen inferior), cuyos trabajos se han valorado en 103,8 millones. El encargo contempla la fabricación por parte de cada una de las empresas de trece prototipos (EMD ACV) con opción a otros tres más.
El contrato también incluye opciones para la producción de 60 vehículos en un lote de producción inicial, más lenta, y otros 148 durante la tasa plena de producción (FRP), junto a los correspondientes servicios relacionados con su fabricación, ingeniería, logística y apoyo al programa. Si todas las opciones se acaban ejecutando, la empresa ganadora se acabará adjudicando algo más de 1,18 billones de dólares.
La “rigurosa y exhaustiva evaluación de propuestas”, como la define en un comunicado el propio Cuerpo de Marines, ha dejado fuera las ofertas de otros tres candidatos: Lockheed Martin, General Dynamics Land Systems y Advanced Defense Vehicle Systems (ADVS). “Verdaderamente, a todos los niveles, ha sido un monumental esfuerzo en equipo”, en palabras del director ejecutivo del programa de Sistemas Terrestres del Cuerpo de Marines, William Taylor.
Una vez seleccionadas estas dos empresas, ahora el trabajo pasará a realizarse en Charleston, en el estado norteamericano de Carolina del Sur, por parte de SAIC, y en York, Pennsylvania, en el caso de BAE Systems. Su ejecución deberá estar lista para ambos en septiembre de 2017, según la información facilitada por el Departamento de Defensa.
Siguiendo la definición del director de la división de disparos y de integración de maniobra, el coronel John B. Atkinson, el “ACV 1.1. es la primera fase para sustituir con el tiempo al vehículo de asalto anfibio (AAV) por un verdaderamente anfibio transporte de personal blindado de apoyo a la infantería en tierra”. Las siguientes fases del programa ACV contemplan el desarrollo de variantes de mando y control y de recuperación.
El desarrollo del ACV 1.1. aportará la información necesaria para mejorar las siguientes fases del programa. El Cuerpo de Marines, además, continuará estudiando el potencial de desarrollo de una capacidad en el agua de alta velocidad basada en los conocimientos adquiridos en este programa ACV.
Los AAV llevan prestando servicio más de 40 años, por lo que muchas de sus partes y componentes se han quedado obsoletas y ya no se fabrican, lo que está incrementando los costes y las dificultades para su mantenimiento. Además, el Cuerpo de Marines requiere ahora un vehículo de combate más capacitado para maniobrar en cualquier terreno, ante los cambios que se esperan en los próximos teatros de operaciones. De ahí que los ACV se hayan concebido como vehículos 8x8 resistente a las minas y las emboscadas (MRAP) de movilidad y maniobrabilidad superior a los viejos AAV orugas. Además dispondrán de estaciones de armas de precisión, lo que les otorgará una mayor letalidad, y estarán mejor capacitados para desenvolverse en el agua y operar en zonas litorales.
Para lograrlo, el nuevo modelo será sometido a profundas pruebas antes de alcanzar su capacidad operativa inicial en 2020, según el calendario previsto. En 2023 los poco más de dos centenares de ACV 1.1. previstos deberán estar listos para ser desplegados.
Mientras llega este momento, 392 AAV serán actualizados dentro de un programa que les llevará a mejorar su capacidad de supervivencia con una mayor protección contra minas y una propulsión renovada, entre otros cambios. Los ACV llegarán a operar junto a los AAV para mantener la capacidad de los Marines. El objetivo es mantener el AAV como una plataforma viable otros veinte años más (hasta 2035), según las explicaciones del coronel Atkinson.
Fotos: SAIC y BAE Systems