El acuerdo con Irán para frenar su acceso a las armas nucleares alcanzado este martes en Viena con la firma de Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia no incluye un levantamiento inmediato del embargo de armamento que pesa sobre Teherán. El fin de las sanciones sobre el país sólo llegará al sector armamentístico dentro de cinco años. Y en el ámbito concreto de las tecnologías de misiles el embargo aún continuará otros ocho años a partir de ahora.
En cuanto a la posibilidad de desarrollar armamento nuclear, que es lo que se busca evitar con el pacto, Irán no tendrá hasta dentro de quince años permiso internacional para enriquecer uranio en la medida suficiente que le permitiría emplearlo como arma.
Las negociaciones de los últimos meses sobre el pacto con Irán habían levantado ciertas expectativas en la industria de armamento de singularmente Rusia, como recogió Infodefensa.com. Moscú contemplaba reanudar el contrato que suscribió hace siete años con Teherán para suministrarle cuarenta sistemas antiaéreos S-300PMU-1 (en la imagen) por 800 millones de dólares, y que tuvo que interrumpir por las sanciones internacionales.
Expertos rusos también avistaban la posibilidad de que su país pudiese acabar suministrando a Irán tras el embargo sistemas, entre otros, como radares Gamma-DE y Kasta-2E2, aviones de combate S-30 y Mig-29SMT, aviones de ataque a tierra Su-25, barcos portamisiles, corbetas y submarinos.
Ahora estas adquisiciones potenciales deberán esperar unos años, y eso siempre y cuando se confirme el pacto, ya que aún podría echarse atrás si el Congreso estadounidense lo rechaza en el plazo de sesenta días. No parece probable que esto vaya a ocurrir, aunque siempre hay que tener en cuenta la influencia en la política estadounidense de Israel, que se ha mostrado en contra del pacto.
Fotos: Ministerio de Defensa de Rusia