El Ministerio de de Defensa polaco ha seleccionado a la compañía estadounidense Raytheon para encargarse de su futuro sistema de defensa con misiles de medio alcance. El fabricante de misiles Patriot competía con el consorcio Eurosam, formado por la francesa Thales y la europea MBDA, en este concurso para dotar al país de un nuevo escudo antimisiles valorado en 24.000 millones de zlotys (6.000 millones de euros) a lo largo de diez años.
La información ha sido revelada por el diario local Gazeta Wyborcza este martes. Las autoridades polacas avisaron el mes pasado de que la decisión se conocería en las siguientes semanas, como así ha ocurrido.
Polonia dejó opciones para este concurso únicamente a Raytheon y Eurosam desde mediados del año pasado, tras rechazar las ofertas candidatas del consorcio MEADS, liderado por la estadounidense Lockheed Martin, y del gobierno israelí. El Ministerio de Defensa comunicó entonces que el grupo polaco PHO se asociaría con la empresa que obtuviese finalmente el acuerdo.
Los expertos consideran al actual sistema polaco de defensa aérea como incapaz de responder eficazmente contra un ataque enemigo. Ese sistema lo forman seis batallones equipados con antiguos misiles de fabricación soviética S-125 Neva (SA-3 Goa, según la denominación de la OTAN). Uno de esos batallones está también armado con un sistema de largo alcance S-200 Vega (SA-4 Gammon como designación OTAN).
Thales y el fabricante de misiles MBDA se habían asociado con el consorcio polaco de defensa Polska Grupa Zbrojeniowa PGZ para mejorar sus opciones a este concurso que finalmente se ha llevado Raytheon con sus misiles Patriot.
El ministro de Defensa polaco, Tomasz Siemoniak, llegó a afirmar el pasado otoño que la candidatura europea, liderada por Francia estaba en peligro de ser rechazada si París suministraba finalmente a Rusia los buques portahelicópteros Mistral que tiene pendiente de entregarle, cosa que de momento no ha ocurrido. Varsovia está preocupada por la repercusión que pueda tener en su país el conflicto que afecta a Ucrania, donde Moscú ha tomado un papel muy criticado por Occidente.
Fotos: Raytheon