Las importaciones de armas en Europa disminuyeron un 36 por ciento en el periodo comprendido entre los años 2010 y 2014 respecto a las registradas entre 2005 y 2009. El dato ha sido revelado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), que ha publicado este martes su último informe sobre transacciones internacionales de grandes armas.
En el documento, el SIPRI augura que la situación conflictiva "en Ucrania y Rusia puede contrarrestar esta tendencia después del 2014, haciendo que muchos Estados fronterizos con Rusia incrementen sus importaciones". Dos ejemplos son Polonia, que quiere elevar sus gastos en defensa por encima del 2 por ciento de su PIB el año que viene, y Rumanía, también interesada en aumentar sus presupuestos militares hasta el 2 por ciento de su PIB.
Además, otros países próximos, aunque no fronterizos, también están moviendo piezas para adquirir material como consecuencia de la inestabilidad creada en la región por el conflicto ucraniano. Es el caso de Bulgaria, que se está planteando la compra de cazas a la OTAN con los que sustituir sus aviones MiG de procedencia rusa, y de Lituania, interesada en la adquisición de, entre otros, nuevos blindados.
Incluso naciones europeas más alejadas de Ucrania han revelado sus intenciones de aumentar sus arsenales para prevenir posibles consecuencias del conflicto en esa antigua región soviética. Así ocurre en los Países Bajos, por ejemplo, cuyo rey, Guillermo Alejandro, anunció hace unos meses que aumentaría sus presupuestos de defensa por la influencia que distintos conflictos internacionales están teniendo en su nación, particularmente por el derribo el pasado 17 de julio sobre los cielos ucranianos del vuelo MH17 en el que murieron 298 personas, 193 de ellas neerlandeses.
Finlandia también se encuentra en este grupo. En su caso la intención de aumentar sus gastos de defensa, expresada en un informe parlamentario, se debe a su posición geoestratégica en la frontera de la OTAN con Rusia, país al que Occidente atribuye buena parte de la responsabilidad de las tensiones en Ucrania.
La propia OTAN en conjunto ha llamado a sus miembros a aumentar sus partidas militares hasta al menos el 2 por ciento de sus respectivos PIB con las tensiones con Rusia a cuenta de los acontecimientos ucranianos como telón de fondo.
Solo Reino Unido entre los veinte mayores importadores de defensa
Pero, de momento, lo que ha ocurrido es que las compras Europeas se han reducido al punto de que entre los veinte principales importadores de grandes armas convencionales del mundo únicamente uno es del viejo continente: Reino Unido, que se sitúa en el puesto decimonoveno con el 2 por ciento de todas las compras internacionales de material militar y que en el último lustro adquirió armamento extranjero principalmente de Estados Unidos (dos tercios del total), seguido de Francia (12 por ciento) y Suecia (7 por ciento).
Foto: Ministerio de Defensa de Ucrania