Rusia está desarrollando un nuevo portaaviones basado en el proyecto de destructor Lider, que espera comenzar a construir a finales de 2017. Aunque los presupuestos militares previstos hasta 2020 no contemplan su construcción, el comandante de la Armada, almirante Víctor Chirkov, ha anunciado esta semana este desarrollo que según el comandante adjunto de la Marina rusa, Víctor Barsuk, entrará en servicio después de 2030.
“La Armada necesita un portaaviones con características de mañana”, ha explicado Chirkov, citado por la agencia RIA Novosti. Otro peso pesado del arma naval rusa, el ex comandante adjunto de la Armada almirante Ígor Kasatónov ha adelantado también esta misma semana que el futuro portaaviones ruso se basará en el destructor Líder.
“Primero se debe construir un buque universal, como es el destructor Líder; es un buen proyecto y si logramos construir varios de estos buques serán la base para un portaaviones”, ha apuntado. El inicio de los trabajos de la nueva clase Líder, de 14.000 toneladas de desplazamiento, está previsto para finales de 2017.
La cadena de televisión Zvezda, propiedad del Ministerio de Defensa ruso, tomó imágenes hace un par de semanas de la maqueta del futuro portaaviones en el centro científico de Krilov, en San Petersburgo, por donde pasan todos los proyectos navales del país. Se trata de un buque nuclear dotado de una cubierta de gran tamaño y una pequeña torre de mando para aumentar su sigilo ante los radares, según el canal RT, financiado por el Estado ruso. Además contará con un casco construido de tal manera que reducirá su resistencia al agua en un 20 por ciento, con el consiguiente aumento de la velocidad de la nave y el ahorro de energía.
El buque estará preparado para transportar un centenar de aviones y helicópteros. El medio estatal cita entre sus aeronaves previstas los cazas T-50 y MiG-29K, aviones Yak 44E para tareas de alerta y control, y helicópteros Ka-32 para la guerra antisubmarina.
Sin novedades sobre la paralizada entrega de los portahelicópteros Mistral
La Marina de Guerra rusa dispone ahora de un portaaviones, el Almirante Kuznetsov, y se encuentra a la espera de saber qué ocurre con los dos portahelicópteros que encargó a Francia, cuya primera unidad, el Vladivostok, está acabada desde el pasado otoño, y la segunda, el Sebastopol, se prevé que esté listo para entregarse el próximo octubre. El desencuentro entre los países occidentales y Rusia a cuenta del papel de esta última en el conflicto de Ucrania han impedido de momento que se lleve a cabo estas entregas, lo que está ocasionando a los contribuyentes franceses un gasto de cinco millones de euros al mes en el mantenimiento del Vladivostok.
Si la situación de este barco no se resuelve a mediados de mayo, París deberá devolver el anticipo de 890 millones de euros pagados por Moscú, más varios cientos de millones más en concepto de multas por incumplimiento del contrato.
Rusia también previó en su momento la construcción en el país de otros dos de la clase francesa.
Foto: TV Zvezda