Viene de 'Col. Ciuffardi (Chile): "Mantendremos activas nuestras unidades de Leopard 1V" (1)'
El material acorazado chileno es uno de los más modernos de los países de Latinoamérica. En este contexto, Infodefensa.com ha hablado con el coronel Alejandro Ciuffardi Kluck, director de la Escuela de Caballería Blindada del Ejército de Chile. Entre los últimos avances dentro de la institución, el coronel ha hecho hincapié en la modernización y formación que ha recibido el personal, una circunstancia que ha servido para aumentar la eficiencia. Además, ha recordado que el Ejército chileno es miembro pleno de la Asociación Leoben desde 2003, un club del que forman parte los países que cuentan con tanques Leopard y cuya pertenecía les permitie obtener beneficios e información relevante. A continuación se reproduce la segunda parte de esta entrevista.
¿Cómo se organiza una fuerza blindada?
Las unidades acorazadas están conformadas por medios pertenecientes a distintas armas con especiales características de movilidad, velocidad y potencia de fuego. Esto, sumado a un eficiente sistema de mando y control, permite que su organización sea muy versátil para cumplir sus misiones, principalmente, en cualquier operación militar de guerra e incluso distintas a la guerra. La modernidad de sus sistemas de armas de combate y logísticos, las hace especialmente aptas para actuar sin restricciones, tanto de día como de noche y en cualquier condición atmosférica.
¿Para qué sirve?
Las principales misiones las cumplirá en el área de misión de la defensa, para lo cual están concebidos sus principales sistemas de armas que las integran. Sin embargo, sus excepcionales capacidades para rápidas reorganizaciones, capacidad de operar en cualquier tipo de terreno, telecomunicaciones integrales, entre otras muchas características, también las hace muy aptas para interactuar y apoyar a las autoridades civiles y a la población en general ante cualquier situación de emergencia o catástrofe natural.
¿Cómo se prepara y sostiene esta fuerza?
Como se explicó antes, las brigadas acorazadas, a pesar de estar conformadas por unidades de combate (batallones) y compañías de diferentes características, tienen la particularidad que producto de su alta movilidad y flexibilidad, se organizan de acuerdo a la misión que deberán cumplir, ya sea en una operación militar de guerra o una distinta a la guerra.
¿Cuál es el reto para los mandos?
Estas diferentes organizaciones, a veces temporales, son un gran desafío para los comandantes de todos los niveles, ya que en oportunidades les implicará asumir el mando de unidades que se le subordinarán pertenecientes a otra arma, y deberán ser capaces de integrar estas capacidades de cada una de ellas en beneficio de la misión que cumplirán. Además, otro reto para los mandos, será el hecho que deberán planificar de manera muy detallada cualquier actividad que tengan que realizar, porque sus mandos subordinados requieren de mucha libertad de acción e iniciativa para obtener el máximo rendimiento de las características técnicas de los sistemas de armas y el alto nivel de entrenamiento que todo el personal debe poseer.
¿Son unidades complicadas de desplegar?
La preparación de los sistemas de armas requieren de tiempo y recursos, ambos aspectos que normalmente no son suficientes, pero se optimiza al máximo lo que se asigna para mantener estas unidades siempre en un muy buen estado de alistamiento. Sus complejos sistemas de armas, de moderna tecnología, implican un alto nivel de instrucción, capacitación y entrenamiento, lo que está considerado e integrado a cada uno de los proyectos de adquisición que se han materializado, implementando a las unidades junto con el material, de todos los sistemas de simulación y entrenamiento que se requieren.
¿Qué elementos destaca de las brigadas acorazadas?
Con la creación de las unidades acorazadas se dio la verdadera integración de las armas de maniobra para el combate y sus apoyos técnicos, de fuego y logísticos. Se produjo un cambio en el concepto de empleo de los medios, al entender que la integración de las capacidades de cada uno de los sistemas de armas en beneficio de una misión común, minimiza al máximo las limitaciones, lográndose potenciar considerablemente las ventajas o potencialidades de cada uno de ellos.
¿El mando de una unidad de estas características exige un plus?
Esta versatilidad de empleo de las unidades, reorganizaciones, velocidades, distintas características de los sistemas de armas, grandes distancias e intervalos entre unidades, etc. dificulta el mando táctico, por lo que los comandantes deben entrenarse en el mando tipo misión, lo que está directamente relacionado con la libertad de acción que a cada nivel se le debe entregar. El actuar en grandes escenarios significa que cada comandante debe tener muy claro lo que su escalón superior requiere que este logre, para así actuar con su unidad en beneficio del conjunto. La tecnología incorporada en las unidades acorazadas es un desafío para los usuarios, quienes deben asimilar capacitaciones de alto nivel intelectual y, posteriormente, se deben mantener a través del permanente entrenamiento y la actualización de los diferentes componentes.
¿Qué importancia se asigna a la formación del personal?
La formación del personal es de alta prioridad para toda la institución. Específicamente, con respecto a las unidades acorazadas y, tal como se ha indicado anteriormente, es de vital importancia. El hecho de contar con unidades de características tan especiales, versátiles, polivalentes, con diferentes sistemas de armas y vehículos que le permiten actuar en cualquier tipo de operación militar, dotadas de tecnologías entre las más modernas a nivel internacional, son desafíos para la formación del personal que ameritan la asignación de recursos, tiempo, procedimientos, certificaciones, etc., que aseguren los niveles de preparación que permitan utilizar todas las capacidades de estas unidades.
¿Es un reto permanente o con un curso es suficiente?
La formación debe ser permanente, uno por la rotación del personal y dos por la incorporación anual de personal joven. Para esta formación existen las Escuelas de las Armas, Centros de Entrenamiento y las mismas unidades, en las cuales se instruye, capacitan y entrena a todos los niveles de mando y operación de las unidades y los sistemas de armas.
¿Existen proyectos para dotar de nuevos sistemas de simulación al Centro de Combate Acorazado?
Para lograr lo anterior, se ha incorporado desde el inicio de cada uno de los proyectos los elementos de simulación que se requieren, homologados a la tecnología y a las necesidades de instrucción, capacitación y entrenamiento. La simulación nunca podrá reemplazar el empleo real de cada sistema de arma, pero se han logrado niveles de capacitación del más alto nivel sin necesidad de utilizar el material, lo que ha redundado directamente en el alargamiento de su vida útil y se han reducido, ostensiblemente, los costos de la formación de los usuarios. Además, la simulación a través de los diferentes centros y subcentros de entrenamient ha permitido materializar certificaciones fidedignas que indican el real nivel de entrenamiento de las unidades.
¿Qué importancia tiene la simulación en la formación?
El contar con armas de alto nivel tecnológico implica necesariamente la permanente actualización de sus sistemas y herramientas de simulación, destacándose la capacidad alcanzada por los ingenieros, técnicos y usuarios chilenos, quienes con gran inventiva e iniciativa han logrado mejorar los estándares de simuladores, incorporar tecnologías actualizadas e incluso fabricar otros, en donde se presentaban brechas en la capacitación.
¿El Ejército tiene todo lo que necesita en este aspecto?
Actualmente, se encuentra prácticamente cubierto el espectro de capacitación requerido para los diferentes sistemas de armas que integran las unidades acorazadas, habiéndose logrado un muy eficiente procedimiento de certificaciones de las tripulaciones, lo que se ve reflejado en el alto nivel de entrenamiento y bajas fallas técnicas por error humano.
¿Qué papel juega la logística?
Todas las características enunciadas anteriormente, implican una alta demanda logística de todos los medios, desafíos que las unidades logísticas y sus respectivos mandos deben satisfacer. Históricamente se ha demostrado y ha quedado de manifiesto la importancia de la logística. Las unidades acorazadas, sin el soporte logístico, verán muy restringido su actuar, minimizando sus capacidades de gran poder de fuego, alta movilidad, flexibilidad y velocidad a un tiempo limitado de empleo. Considerando esto, la Institución ha previsto este sostenimiento a partir de la industria militar y hasta el nivel usuario, lográndose una interacción claramente definida, la que ha alcanzado altos porcentajes de disponibilidad del material.
¿Qué es lo más importante?
Las especiales características de las unidades acorazadas requieren del apoyo logístico que no coarten su accionar en cualquier operación militar. Tal como se indicara anteriormente, la velocidad, flexibilidad para reorganizar unidades, libertad de acción, actuación en cualquier condición geográfica y atmosférica, etc., significa que las unidades logísticas también las deben poseer. Este concepto de empleo requiere que la logística también tenga esa flexibilidad para reestructurarse de acuerdo a las permanentes reorganizaciones que van sufriendo las unidades durante una operación militar. La doctrina de sostenimiento logístico ha incorporado estos nuevos procedimientos, lo que ha significado que se han adquirido los elementos y creación de unidades logísticas para este tipo de unidades, las que actualmente se entrenan en forma integrada, habiéndose logrado un alto nivel de satisfacción de requerimientos logísticos de todas las clases. La logística en general, también ha sido incorporada en todos los proyectos de adquisiciones que se han realizado, de manera que se ha desarrollado paralelamente a las unidades de maniobra de combate, de manera tal que permite apoyar e impulsar las potencialidades de las unidades acorazadas.
¿Y el mantenimiento?
Famae provee un rol de apoyo industrial en el soporte y mantenimiento del material blindado institucional. Se convierte además, en un centro de experticia fundamental para el desarrollo futuro del sistema de armas. Entiendo que hasta el momento la función se cumple dentro de parámetros adecuados, pero siempre es posible mejorar, especialmente en la relación de tiempo transcurrido entre la falla detectada y la entrega de la plataforma (sistema de armas) reparada. Lo mismo sucede en los ciclos de mantenimiento programado, demostrando que estos modelos de mantenimiento adoptados han sido eficientes y han logrado los estándares fijados por la institución.