Uruguay anuncia su interés en adquirir aviones LIFT Hongdu L-15

La Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) planea la adquisición de, al menos, ocho aviones chinos LIFT Hongdu L-15. Así lo aseguró el pasado 13 de febrero el diputado Guillermo Facello, miembro del Partido de la Gente y de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Representantes, en declaraciones a un medio televisivo local, aunque erróneamente se refirió a los aviones como L-5.

Según manifestó el parlamentario, el plan de la FAU es reemplazar las aeronaves de caza y ataque por un único modelo más moderno. Indicó, igualmente, que la Armada Nacional precisa los tres buques tipo OPV con plataforma para helicópteros.

Un permanete debate

Si bien las declaraciones no agregan nada nuevo y son parte de la discusión permanente, que se está teniendo en el país desde hace décadas para determinar qué equipo se precisa y qué tipo de fuerzas armadas precisa Uruguay, es la primera vez que se maneja el modelo de manera cuasi oficial. El L-15 hace tiempo que se viene evaluando como una alternativa para la FAU, sobre todo por las facilidades de financiación que ofrece el Gobierno chino, situación que, con sus pares rusos, con el Yakovlev Yak-130, o italianos con el Leonardo M-346, no es tan flexible.

De todas formas, el Gobierno no parece tener la voluntad de firmar ningún tipo de acuerdo para la compra de nuevo material para las Fuerzas Armadas, no sólo por temas financieros, pues claramente se han ofrecido planes muy flexibles tanto para el pago de los OPV como de las posibles nuevas aeronaves, sino también por temas políticos, donde aparentemente se considera que el costo político que la coalición de partidos de izquierda pagaría al otorgar fondos a las Fuerzas Armadas, quienes para muchos dentro del Gobierno siguen siendo vistas como un ‘enemigo’ ideológico, sería demasiado alto.

Por supuesto que esta posición, difícil de comprender para aquellos que están fuera del país, no hace más que afectar un área muy importante del Estado uruguayo que tiene mandamientos constitucionales que lamentablemente no pueden ser cumplidos por las limitaciones que el propio Gobierno les aplica.