Argentina ha retomado las negociaciones con Francia para la compra de cuatro L’Androit OPV 90, un proyecto paralizado hace unos meses por su coste, entre rumores de otros conflictos. El viaje oficial del presidente Mauricio Macri a Europa lo ha llevado por París, donde en una reunión con su homólogo francés, Emmanuel Macron, volvió a abordar un asunto que permanecía en un segundo plano desde el pasado septiembre.
“Francia vino con una nueva oferta. Yo les había dicho que el precio original me parecía muy caro. Confieso que necesitamos equipo nuevo, ahora que estamos en pleno debate sobre el rol de la defensa y la seguridad. Como ellos son insistentes vendedores, acomodaron su oferta y trajeron una mucho más competitiva”, reveló el mandatario en una entrevista con los diarios argentinos La Nación, Clarín y El Cronista, horas antes de regresar a Buenos Aires.asado que la adquisición de estos cuatro patrulleros por 300 millones de euros estaba prácticamente cerrada, como
Se trata de una buena noticia para el país austral, que había confirmado su interés en esta compra en julio del año, como publicó Infodefensa. Sin embargo, unos meses después el acuerdo se frenó debido a las dificultades del Estado argentino para afrontar un desembolso tan elevado y, según publicaron varios medios locales, a un conflicto por el biodiesel entre ambos países.
Dos años de negociaciones
Esta adquisición lleva en el aire desde febrero de 2016, cuando el astillero francés DCNS -ahora Naval Group- realizó una visita operacional a varios países de Sudamérica y comenzó a plantearse presentar formalmente una oferta a Argentina para la construcción conjunta de estos cuatro patrulleros oceánicos. Sin embargo, los rumores sobre su concreción cobraron fuerza durante el último invierno austral, después de que el diario Le Tribune publicara que Francia estaba “a punto” de vender estos OPV.
La idea es que los dos primeros se realicen en el país europeo y los dos restantes, con tecnología francesa, en el Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar), una firma de propiedad estatal (90%) y de sus trabajadores (10%), conformada por Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor) y el astillero Almirante Storni.
Según confirmaron entonces a Infodefensa desde Cinar, la parte técnica del proyecto ya había sido estudiada por la Armada argentina, pero ambos Gobiernos todavía estaban “en conversaciones” porque la arquitectura que se requiere lleva tiempo y el banco que iba a ofrecer el crédito necesitaba comprobar que cuenta con determinadas garantías.
Argentina pierde hasta 800 millones de dólares al año debido a la pesca furtiva del calamar por buques extranjeros. Para evitarlo y favorecer las exportaciones nacionales, la Armada necesita aumentar su presencia y vigilancia en la Zona Económica Exclusiva del país con estos buques de patrulla offshore de 90 metros de eslora.