La Armada de Argentina ha iniciado las operaciones de búsqueda del submarino ARA San Juan, en el que van 44 tripulantes a bordo y con el que perdió la comunicación el pasado miércoles por la mañana.
La última posición que quedó registrada es la de la zona del golfo de San Jorge, al sudeste de la península Valdés, en la Patagonia argentina. Concretamente, a 430 kilómetros de la costa, según confirmaron desde la Armada. El 'San Juan' estaba viajando de la Base Naval de Ushuaia, la más austral del país, a la de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, donde tiene su apostadero.
Tras las primeras versiones que trascendieron de que se había producido un incendio en el submarino antes de su desaparición, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, aseguró en declaraciones a la prensa que "no es una información oficial" y que "pudo haber una falla técnica" de otro tipo. Sin embargo, insistió en que todavía "no se sabe exactamente qué pasó".
Después de un día sin contacto alguno, la fuerza naval del Ministerio de Defensa ordenó a última hora del jueves el despliegue del destructor multipropósito ARA Sarandí (D-13) con un helicóptero embarcado y de la corbeta ARA Rosales, ambas pertenecientes al Comando de la Flota de Mar y que estaban navegando en un procedimiento de control del espacio marítimo argentino. A ambos buques se sumó también la corbeta ARA Drummond de la División Patrullado Marítimo, que llegó al lugar a primera hora de la mañana del viernes.
Asimismo, una aeronave Turbo Tracker de la Base Aeronaval Comandante Espora y un avión Beechcraft B-200 de la Escuadrilla de Vigilancia Marítima realizaron varios vuelos de rastreo. La Armada ha ordenado a todas las estaciones de terrestres a lo largo del litoral argentino "la búsqueda preliminar y extendida de las comunicaciones y escucha en todas las posibles frecuencias de transmisión del submarino".
Balbi aclaró que el operativo de búsqueda iniciado en la madrugada del viernes no ha sido muy exitoso debido a las malas condiciones metereológicas en la zona, aunque apuntó que hay que "esperar" a los resultados que puedan obtener en "hora diurna" y con el clima más calmado.
Por su parte, el Comando de la Fuerza de Submarinos se puso en contacto con los familiares de los 44 tripulantes que viajan en el San Juan con el fin de "mantenerlos informados del desarrollo de las operaciones de localización y los motivos de la pérdida de las comunicaciones".
Desde 1985 El ARA San Juan es uno de los tres submarinos que, junto al ARA Salta y el ARA Santa Cruz componen la flota de la Armada. Concebido como un submarino de ataque, es de origen alemán, de clase TR1700 y de 2.100 toneladas de desplazamiento. Con casi 66 metros de eslora, está preparado para desarrollar una velocidad máxima de 15 nudos en superficie y 25 sumergido, dispone de treinta días de autonomía y cuenta con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm (carga 22 torpedos). Cuenta con una propulsión diesel-eléctrica y funciona con baterías eléctricas que "hay que recargar cada tanto", según apuntó el propio Balbi.
Se incorporó a la Armada en 1985 y, como publicó Infodefensa, en 2014 culminó en el Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar) -conformado por Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor) y el astillero Almirante Storni- un proceso de reparación y "mejoras de media vida". Los trabajos se habían iniciado en 2007 y se extendieron más de lo previsto por diferentes problemáticas (fundamentalmente, formación de personal y falta de presupuesto), e incluyeron el recambio de motores y la recorrida de los tubos lanzatorpedos y del sistema hidráulico del submarino. Además, se reemplazaron las baterías sin vida útil y se refaccionó al resto, entre otras medidas.