El Gobierno de Estados Unidos realizó la entrega formal de dos patrulleros clase Island al Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica, el 13 de octubre, mientras que su arribo al país centroamericano será en abril de 2018, un mes después de lo previsto, tal como publicó Infodefensa.
El ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Gustavo Mata, indicó en ese momento, a medio año, que los buques podrían zarpar de Baltimore, Estados Unidos, en febrero del próximo año hacia su base de atraco, en Puerto Caldera, en el Pacífico costarricense, a casi dos horas por carretera de la capital, San José.
La ceremonia de traspaso oficial de las autoridades estadounidenses a sus homólogas de Costa Rica fue precisamente en Puerto Caldera, donde funciona unas de las principales bases del Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica y desde donde operarán los dos patrulleros clase Island que provienen de la flota del Guardacostas estadounidense (U.S. Coast Guard) y que fueron donados en la administración del presidente Barack Obama, hace un poco más de un año y medio.
Estados Unidos capacitó a un grupo de técnicos e ingenieros costarricenses, así como a 48 oficiales del Servicio de Guardacostas, para el mantenimiento de las embarcaciones, así como capacitarlos como tripulantes y mandos de los patrulleros de 168 toneladas de desplazamiento que se convertirán en las mayores de la flota costarricense y que en Centroamérica solo son superados por los dos patrulleros Damen Stan Patrol 4207, de 250 toneladas, de la Fuerza Naval de Honduras.
Vigilancia de las aguas territoriales
En el caso de Costa Rica, el Guardacostas depende de la Fuerza Pública, policía civil que también maneja una rama aérea; esto porque Costa Rica abolió su Ejército desde 1948 y las fuerzas policiales se encargan, por medios terrestres, marítimos y aéreos, de la seguridad pública y la defensa nacional del país centroamericano.
El valor estimado de los dos barcos es de aproximadamente 19 millones de dólares, lo que incluye la puesta en operación a punto, mejora de sus equipos y la capacitación del personal costarricense para su operación.
Se trata de patrulleros de 110 pies (33,5 metros) de eslora, con los que Costa Rica podrá patrullar territorios propios tan alejados del continente como la isla del Coco o aguas territoriales costarricenses con Colombia o Ecuador que pueden alcanzar hasta los 5.500 kilómetros de distancia.