El Gobierno argentino ha confirmado la adquisición de cinco aeronaves Dassault Super Étendard Modernise por un total de 14,23 millones de euros, 12,55 por el equipo y el resto por gastos de transporte a la Base Aeronaval Comandante Espora. La compra seria por las aeronaves con número de serie 1 (1978), 31 (1980), 41 (1981), 44 (1981) y 51 (1982) junto con diez motores (más los cinco instalados), el remanente de repuestos en stocks franceses, un simulador de vuelo y varios bancos de pruebas.
Las aeronaves son de la versión SEM 5, siendo esta la más reciente antes de su desprogramación definitiva durante el año 2015.
La flota actual de Super Étendard argentinos está en las 11 unidades, todas fuera de servicio por falta de repuestos y mantenimiento. Se espera que con esta compra se logre poner en vuelo alguna unidad de las que esta FOV más las francesas modernizadas, con la intención de llegar a una decena en orden de vuelo.
La adquisición de estos aviones sumados al lote de repuestos permitirá que la Armada argentina recupere una capacidad de ataque y caza que supo tener por decenas de años y que la crisis presupuestal y desidia política llevó a que se perdiera. Paralelamente, con la vuelta al servicio del Super Étendard y la baja de buena parte de los sistemas de la Fuerza Aérea argentina, el COAN pasará, aunque sea momentáneamente, a tener más capacidades de interceptación y ataque que la otrora extremadamente potente Fuerza Aérea argentina. Tal vez si se concreta la compra de los KAI FA-50 coreanos, la FAA recupere alguna de esas capacidades para, aunque sea lentamente, volver al sitial que se merece.