La fecha del 31 de agosto de 2017 se ha transformado en un momento histórico para las Fuerzas Armadas brasileñas. Después de más de 13 años, ese fue el último día de actividades en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah).
Aunque la fecha oficial de finalización es el 15 de octubre, definida en abril de este año por decisión unánime del Consejo de Seguridad de la ONU, la desmovilización del contingente brasileño comenzó el pasado viernes (01/09).
A partir de esta fecha, los militares ya no están en las calles y la seguridad será garantizada por la Policía Local.
En la noche del último día de agosto, una solemne graduación en Puerto Príncipe, Capital de Haití, con la presencia de comandantes militares y del Ministro de Defensa, marcó el final de la participación brasileña.
Raul Jungmann agradeció su labor a las fuerzas de paz y dijo que Haití ahora tiene condiciones de perseguir su desarrollo económico y social. "Soldados, proveedores de la paz: elevaron el nombre de Brasil a un nuevo nivel, elevaron el reconocimiento que a todos nos enorgulle mucho", recalcó el ministro.
Desde junio de 2004, cerca de 37.500 militares brasileños se han turnado en esta misión, que ganó otros contornos en 2010, cuando un terremoto de grandes proporciones -siete grados de magnitud- dejó 315.000 muertos. Entre ellos 22 brasileños y, de ellos, 18 militares que actuaban en la Minustah.
Ayuda desde el cielo
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) actuó en Haití desde el inicio de la misión, realizando el relevo de las tropas -que en el caso de Brasil, ocurría semestralmente- y el transporte de suministros para atender al batallón brasileño. A lo largo de estos 13 años, fueron más de 12.000 horas de vuelo en favor de la misión de paz.
En el caso del terremoto del 12 de enero de 2010, se creó un "puente aéreo entre Brasil y Haití", según recordó el brigadier Mozart de Oliveira Faria, que hoy es comandante de la Ala 11 (Río de Janeiro) en la época, era piloto del Escuadrón 'Corsario' (2º / 2º GAV). "En los primeros seis meses después de la tragedia, se contabilizaron 219 vuelos en ese apoyo, un verdadero esfuerzo de guerra", afirmó el brigadier.
En esa misma época, también fue enviado al país un hospital de campaña de la FAB, que permaneció en suelo haitiano por cinco meses y realizó 11.000 servicios.
Desde 2011, aproximadamente 300 militares de la Infantería de la Aeronáutica también actuaron en Haití componiendo las tropas.
Según el jefe de la Subsecretaria de Seguridad y Defensa del Comando de Preparación (Comprep), brigadier de Infantería Luiz Cláudio Topan, las lecciones aprendidas con Haití se pusieron en práctica en las misiones de Garantía de la Ley y de la Orden (GLO) en las que hubo participación de la FAB.
Algunos ejemplos son los Juegos Olímpicos Río 2016 y la intervención federal en Espírito Santo durante la huelga de la Policía Militar. "Tuvimos pleno éxito en lo que la gente pretendía en Haití. Las metas fueron 100% atendidas ", afirmó el brigadier Topan.
Imágenes: Força Aérea Brasileira/Guido Berger