Las Fuerzas Aéreas de Brasil, Chile y Ecuador suscribieron el pasado 20 de marzo un memorándum de entendimiento que permitirá el intercambio de información técnica, logística y operativa de sus flotas de aviones de entrenamiento avanzado y ataque ligero Embraer A-29 Super Tucano.
El establecimiento de este mecanismo de cooperación es una medida inédita, ya que el acuerdo crea el primer grupo de operadores de un avión de combate en la región y permitirá a los tres países el desarrollo de capacidades buscando alcanzar un coste de operaciones estable a través de la implementación de mejoras logísticas y de planes de obsolescencia durante el ciclo de vida del Super Tucano.
El memorándum también contempla la transferencia de información relativa al empleo del A-29, el desarrollo de cursos de pilotos y personal técnico además de adquisiciones conjuntas y apoyo logístico en general.
La oficialización de este convenio se realizó en la ciudad de Santiago y fue firmado ante la presencia del ministro de Defensa de Chile, José Antonio Gómez, por el teniente brigadier del aire de la Fuerza Aérea de Brasil Paolo Joao Cury, el brigadier general de la Fuerza Aérea de Ecuador Patricio Mora Escobar y el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile, general del aire Jorge Robles Mella. Está previsto que Colombia se sume a esta iniciativa y se convierta en la cuarta Fuerza Aérea de América en integrar esta comunidad de usuarios.
Un avión versátil
El EMB 314 Super Tucano (A-29 es la denominación militar que le da a este sistema de armas Brasil y otros países usuarios) es un avión turbohélice militar multifunción monoplaza y biplaza desarrollado por Embraer. Permite el entrenamiento avanzado y ejecución de misiones de ataque con bajos costes de operación gracias al empleo de sofisticados equipos de aviónica y sistemas de armas. De acuerdo al fabricante, la aeronave tiene una vida útil potencial de 18.000 horas para misiones de entrenamiento o 12.000 horas en ambientes operacionales según las cargas de misión y uso.
El Super Tucano se caracteriza por su alta maniobrabilidad, fácil pilotaje y excelente rendimiento en vuelo y destaca por entregar entrenamiento desde el nivel básico hasta el comienzo del avanzado y facilicitar la familiarización con armamento gracias al entrenamiento virtual en vuelo. Puede operar tanto en vuelo diurno como nocturno, bajo cualquier condición metereologica y en pistas cortas con poca infraestructura de apoyo.
El A-29 tiene 11,3 metros de longitud, 11,14 metros de envergadura alar y 3,97 metros de altura. Su peso en vacío es de 3.020 kilos y cargado es de 4.520 kilos. Dispone de un motor turbopropulsado Pratt & Whitney Canada PT-6A-68C que posee una potencia de 1.193 kW 1.600 SHP con el que puede alcanzar una velocidad máxima operativa de 654 kilómetros por hora. Tiene un techo de vuelo de 10.670 metros y alcanza una distancia con estanques auxiliares de 4.820 kilómetros.
El Super Tucano cuenta con un sistema de control ambiental destinado a maximizar la comodidad de la tripulación y un sistema embarcado de control de oxígeno (OBOGS). En caso de alguna eventualidad, la aeronave dispone de asientos eyectables Martin-Baker MK-10ICX que incorporan un dispositivo de eyección secuencial de tres modos.
El avión cuenta en cada ala con una ametralladora FN Herstal M3P de 12,7 mm con 200 proyectiles. Para ejecutar misiones de vigilancia aérea y contrainsurgencia es capaz de transportar hasta 1.500 kilos de armamento en cinco puntos duros subalares y ventrales. En cuanto a armamento aire-aire, puede ser configurado con misiles Raytheon AIM-9L Sidewinder, Rafael Python 3 ó 4 o Mectron MAA-1 Piranha, mientras que para ataque a tierra está habilitado para montar un cañon automático Nexter M20A1 de 20 mm bajo el fuselaje, un pod de tres ametralladoras M3P de 12,7 mm en un contenedor bajo el fuselaje y dos bajo las alas, además de lanzacohetes y bombas convencionales, incendiarias o guiadas.
La Fuerza Aérea de Brasil fue la primera en incorporar el Super Tucano a su línea de vuelo como parte del Sistema de Vigilancia de la Amazonía (Sivam) para desarrollar misiones de interceptación de vuelos ilegales de aeronaves, control del contrabando, tráfico de drogas y patrullaje de las fronteras del país
El Super Tucano ha sido adquirido por más de diez países y en el caso de América Latina está en servicio también en Chile, Colombia, Ecuador y República Dominicana.
El A-29 en Chile
Chile adquirió 12 A-29B Super Tucano biplazas en agosto de 2008 por 120 millones de dólares. El contrato incluyó un sistema de soporte logístico integrado y un sistema avanzado de apoyo para entrenamiento y operaciones (TOSS).
El TOSS es un conjunto de estaciones terrestres constituido por un simulador de vuelo (FS), una estación de planificación de misión (MPS) que permite al instructor y alumno programar cada una de las fases de vuelo, siendo esta información ingresada al computador de misión de la aeronave antes de la operación y una estación de recopilación de información (MDS), que permite revisar y analizar en la base el vuelo realizado qué errores cometió el alumno, para que no vuelva a repetirlos en la siguiente misión, además de ser utilizado como material instructivo para otros pilotos que se encuentran en etapa de instrucción.
Los Super Tucano arribaron a Chile entre 2009 y 2010 y fueron asignados al Grupo de Aviación N°1 Escuela Táctica ubicado en la base aérea Los Cóndores de Iquique de la Iª Brigada Aérea. Para esta unidad, encargada de formar a los pilotos de combate de la FACh, la recepción de la aeronave de origen brasilero fue un gran acierto, ya que permitió la incorporación de nuevas tecnologías en el proceso de formación de los aviadores, ya que su aviónica digital y programas de simulación facilitan el desarrollo de distintos tipos de misiones y el aprendizaje de distintas técnicas de combate.
Otro elemento destacado es la interfaz hombre-máquina de última generación que disminuye la carga de trabajo del piloto en vuelo, proporcionando una mejor percepción situacional y sus displays de procesamiento que reciben y procesan información de los sensores, variables de navegación y ataque lo cual acerca a este avión a las características propias de aviones de combate como los F-16 Fighting Falcon de la FACh, lo cual permite reducir el tiempo de adaptación a ese cazabombardero a los pilotos que han volado el Super Tucano.