Brasil ha adquirido un vehículo policial antitumultos, un Riot Control Vehicle MAN RCU 6000 II, producido por Beit Alfa Technologies Ltd. (BAT). La entrega simbólica del vehículo se realizó durante la feria internacional de equipos de seguridad Israel HLS Ciber 2016, donde fue recibido por el coronel PM Edilson Duarte, ex comandante general de Pmerj. El oficial de la reserva fue invitado por la Cámara Brasil-Israel de Comercio e Industria (Canbici), que financió todo el viaje. La unidad se destinará a la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro (Pmerj).
Fuentes cercanas a la operación informaron de que el contrato de compra de ese vehículo fue valorado en unos 750.000 dólares estadounidenses. Un contrato de formación para militares del BPChq que operará el blindado fue cerrado aparte y no se dio a conocer su valor. Todavía no se sabe si la Policía recibirá esta formación de Brasil o Israel.
Este vehículo se ha entregado en base a un Termo de Referência publicado en febrero de 2014, por la Pmerj y la Secretaría de Estado de Seguridad (Seseg), poniendo de relieve la incapacidad de los vehículos Pmerj en el tratamiento de grandes manifestaciones en las calles ocurrido en junio de 201
Se definió una adquisición de cuatro vehículos equipados con chorro de agua y sistema de video vigilancia, blindaje Nivel IIIA de NIJ y tracción 4x4, para equipar el 'Batallón de Policía de Choque (BPChq)' antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sin embargo, los problemas de restricción financiera conocidos, actualmente agravados, redujeron a sólo una copia la compra. Por otra parte, los obstáculos burocráticos en relación con el Ejército de Brasil, dieron como resultado la falta de emisión del Certificado de Importación (IC). La ausencia de este documento (sic) impidió la entrega del blindado antitumultos antes de los Juegos.
Problemas para los profesionales de Seguridad en Río
Brasil ha adquirido un blindado antitumultos para la Polocía Militar justo en el momento en que la ciudad de Río de atraviesa una enorme crisis financiera. Después del cierre de los Juegos Olímpicos de Río 2016, la Seguridad Pública de la ciudad, tanto en el ámbito de la actividad municipal como estatal , presenta situaciones de indisponibilidad material y de una ausencia de pagos al personal que ha desembocado en una serie de protestas públicas a las que esta noticia no ha hehco ningún bien. Los profesionales de la Seguridad Pública (policías militares y civiles y empleados públicos) están disgustado por más de dos meses de salarios atrasados y han promovido en dos ocasiones durante los últimos días, invasiones del edificio de la Asamblea Legislativa. Tal actitud violenta de los manifestantes terminó generando confrontaciones, derivadas de la tensión y la ruptura de la jerarquía, ya que la inusual situación de policías siendo obligados a reprimir policías (ambos sin recibir salarios) puede sonar extraño a los que no están familiarizados con el colapso en el ordenamiento de los espacios urbanos y el fracaso total de la seguridad pública carioca y fluminense. Según los expertos entrevistados por Infodefensa.com, la noticia de la compra de un vehículo antitumultos, en el momento en que el Estado y el Municipio de Río de Janeiro pasan por una insolvencia financiera grave, es, cuanto menos, controvertido. Esta situación se vuelve aún más difícil de entender cuando se sabe que la flota de blindados Maverick, de la sudafricana Paramount, adquiridos por Pmerj y Pcerj y entregado antes de los Juegos Olímpicos, está con muy bajos niveles de disponibilidad y su contrato de mantenimiento, en términos financieros, no fue atendido por las autoridades públicas responsables, después del final de la garantía del fabricante. De hecho, hay muchas dudas acerca de este acuerdo y el destino de los recursos comprometidos. El mantenimiento de los vehículos blindados fue hecho por mecánicos de Sudáfrica en Río antes de terminar el período de garantía. Poco después regresaron a Sudáfrica. Mientras que las empresas no encuentran una salida financiera para la grave situación en la que se encuentra, los blindados, que son los más modernos que existen en la ciudad de Río de Janeiro, siguen en el garaje, y los viejos Caveirões*, supuestamente retirado, son los que realmente salen a las calles. * Adaptación de vehículos de transporte de dinero para su uso como blindados policiales, algo muy común en Brasil. Imágenes: BAT / Roberto Caiafa