En México, desde el comienzo de la lucha contra el narcotráfico, se han extraviado alrededor de 1.200 armas cada año. Según las cifras que ofrece la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la única institución en el país en conceder licencias de portación de armas de fuego, son más de 13.000 las armas de las que se desconoce su paradero desde el 2006.
Al extraviar un arma el responsable debe levantar un acta ante la autoridad. De esta forma se sabe que tan sólo entre la policía estatal y la policía municipal se han extraviado más de 10.000 piezas. Lo que no se sabe claro es en manos de quién ha termina el armamento 'no encontrado'.
Otros organismos de seguridad que reportan pérdidas en su arsenal son la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal. Entre ambos organismos suman alrededor de 2.000 armas que ya no les pertenecen. Distintas empresas de seguridad privada y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) también figuran en la lista de la Sedena.
En febrero de 2013, por poner un ejemplo, un grupo no identificado asaltó la Base Madero de la policía municipal en Ecatepec, Estado de México. Del atraco 16 armas registradas ante la Sedena cambiaron de dueño: siete fusiles de asalto AR-15, cinco escuadras calibre 9 mm y cuatro revólveres. Las pistolas y rifles más robadas son de las marcas Glock, Beretta y Smith & Wesson. Tan sólo en el 2009 desaparecieron 2.113 armas.
Es importante mencionar que los lugares donde más robos se registran son, al mismo tiempo, los lugares donde la presencia criminal es mayor. Así, el Estado de México, con importantes índices de violencia, ocupa el primer puesto en extravío de armas, seguido de la capital mexicana y los estados de Guerrero, Michoacán y Chihuahua. No es casualidad que los cárteles de la droga mantengan sus bases de operación en estos sitios.
Foto: Policía Federal de México