De cara a la celebración de Expodefensa 2015, Infodefensa.com ha hecho un análisis en profundidad del sector industrial de la defensa en Colombia, tanto a nivel de producción actual como de proyectos futuros o programas políticos en las Fuerzas Armadas. Debido a su extensión, el informe se publicará en tres partes correspondientes a cada uno de los tres Ejércitos: Armada, Aire y Tierra, que saldrán en los sucesivos boletines de la feria bajo el epígrafe 'La industria de defensa en Colombia (1, 2 y 3)'. El primero se puede leer bajo estas líneas y en el útimo de ellos se adjuntará al texto un PDF para que el lector pueda acceder al análisis completo.
Introducción
La particular dinámica del conflicto en Colombia llevó al Estado y al conjunto de la sociedad de esta nación a diseñar, implementar y desarrollar políticas de seguridad y defensa orientadas, en esencia, a la recuperación del orden público y la seguridad ciudadana, alterados gravemente por organizaciones al margen de la ley generadoras de altos niveles de inseguridad.
Por ello, y hasta la fecha, han sido la Política de Seguridad Democrática, el Plan Colombia y la Política Integral de Seguridad y Defensa para la Prosperidad las principales estrategias que en materia de seguridad y de defensa ha desplegado el Estado colombiano.
Estas medidas contemplaron y posibilitaron la adquisición de sistemas y equipos destinados al combate contrainsurgente y antiterrorista y mínimamente para ampliar progresivamente las capacidades disuasivas básicas. Lo anterior permitió también el desarrollo de la industria militar colombiana, materializado a través del fortalecimiento o creación de empresas y corporaciones tales como Indumil, Cotecmar, CIAC y Codaltec, entre otras, adscritas al Grupo Social y Empresarial de la Defensa (GSED), posibilitando además el impulso de una naciente industria privada de defensa, que ha comenzado a proveer materiales y equipos a las Fuerzas Armadas colombianas, así como exponiendo sus productos en el mercado internacional.
En esencia, el Estado ha dado los pasos para la modernización del sector de la defensa, apoyando para ello a la industria local (pública y privada) que ha creado y adaptado nuevas tecnologías a los requerimientos especiales de las Fuerzas Armadas de esta nación, encontrado igualmente aceptación en un mercado regional cada vez más interesado en los productos militares derivados de las necesidades propias del conflicto colombiano.
La industria de defensa en Colombia (1): Potenciar el sector hasta tener una Armada hecha en casa
En los últimos años, todas las miras del Gobierno colombiano han estado enfocadas a conseguir la tecnología necesaria para que su industria de defensa, tanto pública como privada, pueda desarrollar los productos que necesita el país sin depender de terceros. Como nación eminentemente costera, tanto en su fachada atlántica como en la pacífica, uno de los puntos más relevantes para el país es su Armada y la necesidad de modernizarla.
Esta necesidad ha derivado en un crecimiento constante en el área naval a través del astillero Cotecmar, empresa que está invirtiendo recursos en nuevos programas de investigación y en el desarrollo del sistema integrado para la industria naval (SII), así como generando nuevos procesos en torno al manejo integral de materiales para la construcción naval (MCN), al de corrosión marina (MIC) y al sistema de calidad para la gestión de la industria (SCG) forjando con ello nuevas tecnologías resultado del conocimiento de procesos y materiales lo que permitirá a corto y medio plazo nuevos diseños, al igual que la implementación de nuevos procesos de mantenimiento y reparación.
De hecho, esto le ha permitido en un tiempo relativamente corto (de 2005 hacia acá) poder ofrecer al mercado una serie de productos entre los que se destacan la patrulleras de zona económica exclusiva OPV-80 de la clase 20 de Julio de entre 1700 a 1800 toneladas de desplazamiento, de las que se han proyectado seis –de aquí al 2019- dos de ellas ya desplegadas por la ARC y una tercera en construcción y en la que hará énfasis en la integración de las capacidades aerotransportadas y las de interdicción, además de un aumento en el calibre del arma principal ( 76/62 Compact Naval Gun Moumt con casamata Stealth), así como la incorporación de un nuevo sistema de gestión de combate (Thales), e igualmente la posibilidad de poder embarcar helicópteros permanentes de hasta 22.000 libras y del tipo Sikorsky SH-60 Seahawk (con capacidades de tiro tras-horizonte y de guerra anti-submarina, plateándose a futuro la viabilidad de alojarles sistemas de misiles del tipo SSM.
Cabe aquí señalar que estas embarcaciones han sido dotadas del sistema DARET-THOR Dynamic T-12, estación remota de armas, diseñada y fabricada por el Departamento de Armas y Electrónica de la ARC (con sede en Cartagena de Indias) y la compañía colombiana Thor Defense Systems, proveedora de sistemas de nueva generación para las fuerzas armadas colombianas.
Cotecmar igualmente diseña los buques patrulleros de costa del tipo CPV-46, de los cuales se ha planeado la construcción de 14 unidades, en un proyecto que en conjunto desarrollaran Cotecmar y el astillero surcoreano STX Offshore & Shipbuilding, habiéndose construido tres de estas unidades (una en Colombia y dos en Corea del Sur), con las cuáles se completan 4 patrulleros ya en operación, a un costo (las tres últimas) de aproximadamente US 60.000.000 millones de dólares para completar entre 7 a 9 a finales del 2019.
Estas naves contarán con nuevos sistemas de navegación que incluyen un radar de vigilancia 2D y un sistema automático de identificación (AIS) y su sistema principal de armas Daret-Thor Dynamic T-25, que operara remotamente un cañón Bushmaster M-242 de 25 milímetros.
La Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar), está fabricando también una línea de Buques de Desembarco Anfibio (BDA) de los cuales se han proyectado seis, se han entregado dos y se están fabricando dos más. Estos buques van a reemplazar los LCU-1446 de la ARC y están diseñados para que la Armada pueda realizar operaciones de apoyo logístico, transporte y desembarco de tropas y equipos, así como de carácter humanitario. Los mismos cuentan con una autonomía de entre cinco y 33 días y pueden desplazarse a una velocidad de hasta 12 nudos, transportando hasta 200 toneladas (en un espacio de 45.8 metros de largo por 11 metros de ancho) y con un calado de 1,5 metros lo que les permite amplios márgenes de maniobra.
Por otro lado, la Estrategia de la Hoja, implementada a la sazón por Cotecmar, le está permitiendo a este astillero la construcción de unidades en todo el rango de capacidades hídricas, lo que se ha traducido en el diseño de la Lancha Patrullera de Río LPR-40 MK-II, (actualmente desplegadas por Colombia y recientemente por Brasil), que son embarcaciones de altas prestaciones en velocidad (hasta 20 nudos), maniobrabilidad y poder de fuego, completamente protegidas por el sistema de blindaje Dyneema que consta de 37 módulos y 64 unidades y que gracias a un también nuevo sistema de sujeción creado por la compañía colombiana Thor Defense, permiten ser empotrados a la superestructura de la nave (casco) consiguiéndose con ello una total cobertura protectora blindada, dado que no quedan agujeros balísticos por estar traslapados, minimizando precisamente los riesgos balísticos, y aumentando las capacidades de resistencia de la embarcación, así como la supervivencia de la tripulación.
Las LPR-40 disponen además de dos afustes polivalentes de Thor Defense (en proa y en popa), que permiten el uso de ametralladoras Browning M-2HB-QCB de 12.7 milímetros (duales e individuales), así como montantes laterales que facilitan el uso de ametralladoras FN Herstal M-249 de 5.56 milímetros (para Colombia) y US Ordnance M-60 de 7.62 milímetros (para Brasil). Estos afustes posibilitan además el uso en la estación de armas de popa del lanzagranadas Milkor MK-19 de 40 milímetros, brindándole con ello mayor capacidad de fuego y reacción a la embarcación. Estas estaciones de armas cuentan para el resguardo de los servidores (artilleros), con Escudos Protectores Curvos (al frente y al respaldo), que aumentan el área de protección y que tienen como característica adicional un muy bajo peso que facilita la maniobrabilidad de la estación.
Con este tipo de embarcaciones la armada colombiana busca fortalece sus brigadas de infantería de marina, con la dotación de un total de veinte de estas lanchas, en un esfuerzo por mantener activos y modernizados sus elementos de combate fluvial.
Por supuesto debe mencionarse el planeamiento conjunto que Cotecmar, viene adelantando con la Armada Colombianas, para el comienzo de los trabajos de construcción de las nuevas Plataformas Estratégicas de Superficie (PES), para el año 2019, extendiéndose los mismos hasta el 2022, esto teniendo en cuenta que el ciclo de vida de las fragatas FS1500 Clase Almirante Padilla de la ARC, finalizara en el 2024. En este aparte es posible la colaboración de las mismas empresas que participaron en el Plan Orión Fase 1, a través del cual fueron modernizadas las FS1500 y en la que fueron socias estratégicas compañías como Thales Group y Oto Melara, que desde ya han ofrecido su colaboración para las PES, u otras nuevas como DCNS y Navantia.
En esta línea cabe anotar la finalización de los trabajos de modernización de los submarinos U209/1200 de la Clase Pijao, y la finalización también de los trabajos de tropicalización y envío a Colombia de sus nuevos submarinos costeros U206A.
Y deben destacarse además los diseños navales de la compañía Eduardoño, que provee a la Armada colombiana desde 1996 (al igual que al Ejército y a la FAC) y que recientemente le ha vendido veinte cuatro unidades de su bote 380 Tipo B, cuyas entregas comenzaron en 2013 y finalizaron a mediados de 2014.
Los botesTipo B son embarcaciones de 38 pies de largo, con un diseño de casco en V modificado, que le ofrece una excelente maniobrabilidad, rápida reacción y velocidad, gracias a sus tres motores fuera aborda Yamaha F250G (250hp/4 tiempos), que tienen la capacidad de operar en alta mar en misiones de control, interdicción marítima, patrullaje costero, protección de recursos naturales y búsqueda y rescate.
Estos botes están además equipados con un radar de búsqueda de alta definición Furuno DRS-2D, con sistemas GPS, con dos afustes Thor Defense para ametralladoras FN Herstal M-249 de 5.56 milímetros o US Ordnance M-60 de 7.62 milímetros, con un sistema L-Rad (cañón acústico) y con radios de largo alcance, así como con sillas amortiguadas Ullman Dynamics Artic-1.
Debe añadirse que las Tipo B son producto de un desarrollo conjunto con la Armada colombiana, pues responden a las necesidades tácticas de esta institución, evolucionando en su diseño –tres generaciones- de acuerdo a los requerimientos operacionales, y a la utilización de normas internacionales (ABYC, HSC, HSNC) en su construcción.
El próximo artículo será La industria de defensa en Colombia (2): Absorción de tecnología extranjera para modernizar la Fuerza Aérea