(Infodefensa.com) Luis Vásquez, Santiago – Tras un complejo proceso, la presidenta Michelle Bachelet designó a Gustavo Villalobos como director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI).
Villalobos formó parte de los organismo antecesores de la ANI conocidos como la "Oficina" y DISPI desde sus inicios en los años noventa, y fue nombrado director de la agencia cuando está se constituyó legalmente en el 2004, desempeñándose en ese cargo hasta el término de la primera administración de Bachelet en marzo del 2010. Diferentes fuentes en Santiago aseguran que esa posición fue originalmente ofrecida, a principios de marzo, al ex ministro de Defensa Francisco Vidal, quien la habría aceptado y se disponía a asumir tras la instalación del nuevo gobierno el pasado 11 del mismo mes. Sin embargo, por razones personales que no han trascendido, Vidal declinó después el cargo, situación que fue largamente comentada por medios online en Santiago.
La pasada gestión de Villalobos en la dirección de la agencia civil de inteligencia de Chile fue criticada en varias oportunidades, por razones que incluyeron ignorar reportes de inteligencia colombianos sobre la relación entre las FARC y grupos separatistas de la etnia Mapuche. Villalobos concluyó su gestión en marzo del 2010 en medio de las críticas tanto de la oposición como de la propia administración de Bachelet.
Perspectivas
Creada en el 2004, la ANI dispone de poco más de un centenar de personas y un presupuesto anual cercano a los 8 millones de dólares.
Se ha comentado que Gustavo Villalobos tendrá que reorganizar ó "restablecer" la organización original de la ANI, para subsanar limitaciones supuestamente surgidas bajo la dirección de Gonzalo Yousseff. Pero observadores calificados sostienen que los problemas del organismo son de orden estructural, originados en la legislación que lo creó, donde no hay coherencia entre sus objetivos y los medios dispuestos para ello. Otras fuentes afirman que los cambios que el nuevo director deberá implementar no serán organizacionales sino que consistirán en un cambio de prioridades hacia lo internacional, mientras que la inteligencia relacionada con la seguridad interna será manejada desde la Subsecretaria del Interior.